¿En qué consiste la Terapia Cognitivo-Conductual (o TCC)?

En este artículo responderé a algunas de las preguntas más comunes acerca de la Terapia Cognitivo-Conductual.

La Terapia Cognitivo Conductual es, en primer lugar, una forma de tratamiento psicológico.

A través de la TCC, es posible modificar la conducta del paciente y contribuir al aprendizaje de hábitos de vida y comportamiento más adaptativos, trabajándose y modificándose también la base cognitiva que origina las comportamientos originales.

Es decir, la TCC trabaja con las emociones, pensamientos y acciones.

A veces, tenemos experiencias que nos hacen aprender reacciones emocionales dañinas o dolorosas.

Por ejemplo, si una persona sufre un accidente de tráfico y aunque no se hiere se asusta mucho, puede que la próxima vez que suba a un coche se sienta muy ansioso, con un gran miedo.

Ha desarrollado una fobia a conducir (o aprendido a tener miedo a conducir). Otras veces (en realidad la mayoría) el proceso de aprendizaje es más lento.

Por ejemplo, si a una persona se la educa en casa y en el colegio, sobrevalorando la importancia de caer bien a los demás, enseñándole que gustar es prioritario o que lo que piensen de él es crucial, puede que esa persona desarrolle una timidez patológica o fobia social (ansiedad al imaginar que no cumple las expectativas).

En resumen,  muchos de nuestros problemas emocionales son fruto del aprendizaje.

Cuando alguien sufre una depresión, un trastorno de ansiedad o un problema de adicciones, no está loco, ni enfermo, ni es débil: ha aprendido a reaccionar a esos acontecimientos de una manera concreta, y a la larga esa estrategia ha dejado de funcionar o está fuera de control.

Psicólogo cognitivo-conductual

Un psicólogo Cognitivo-Conductual es un experto en aprender y desaprender. La terapia consiste en enseñar una serie de técnicas y estrategias psicológicas probadas científicamente para que la persona afronte su problema emocional y lo maneje hasta eliminarlo.

El psicólogo es un entrenador y la terapia es un proceso de entrenamiento o reaprendizaje donde se identifican las conductas que nos traen resultados indeseados, y las sustituimos por conductas que sí produzcan los resultados que deseamos..

Desde un punto de vista metodológico, la terapia Cognitivo-Conductual es una disciplina científica.

La eficacia de las técnicas se basa en datos experimentales. Cuando por ejemplo se afirma que la “Exposición in Vivo” es el tratamiento de elección para la agorafobia, se dice así porque hay cientos de estudios científicos que lo demuestran.

En síntesis, la terapia Cognitivo-Conductual es una forma de tratamiento psicológico de orientación práctica, basada en el conocimiento científico y de amplio espectro de aplicación.

Su objetivo principal es aliviar el sufrimiento humano haciendo uso de procedimientos validados por la ciencia.

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Técnicas de la Terapia Cognitivo-Conductual

Existen muchas técnicas dentro de éste paradigma, y un psicólogo correctamente formado las irá proponiendo y aplicando en función del caso. Te muestro algunas (hay muchísimas):

1. Técnicas de exposición

Se trata de poner a la persona delante de aquello que teme o le causa ansiedad.

Por supuesto, esto no se hace como en las películas, si tenemos un amigo a quien le dan miedo las arañas, no vamos a ayudarle tirándole encima una caja de arañas por sorpresa. Probablemente al contrario.

Un buen psicólogo se encargará de ayudar a la persona a elaborar primero una jerarquía relacionada con su miedo, por ejemplo: diferentes situaciones con arañas, ¿cuáles le dan más miedo? ¿las más grandes o las más peludas? ¿le estresa igual ver una foto que un vídeo? ¿a qué distancia de las arañas se suele sentir tranquila? Etc, etc

En función de esa jerarquía, la ordenaremos por «intensidad», y la personas se irá exponiendo a esas situaciones, por orden de dificultad,, hasta que en líneas generales se vaya «acostumbrando» a la situación sin tener una reacción de pánico o ansiedad.

El objetivo principal con este técnica es que la persona se sienta cada vez más capaz de enfrentarse a lo temido, o simplemente convivir con ello (hay veces que no podemos escapar eternamente de aquello que nos da miedo, por estar presente en nuestra vida diaria).

Otras técnica similares son la desensibilización sistemática o la inoculación de estrés.

2. Reestructuración cognitiva

Esta técnica es de las más básicas dentro de la TCC.

Partimos de la base de que muchos de los problemas de la vida son resultado de creencias irracionales o tóxicas. Ideas o formas de pensar y actuar que en algún momento de nuestra vida pueden habernos resultado útiles, y hemos hecho un hábito de ellas.

Pero llega un momento en que esas creencias pueden amargarnos la vida. Un ejemplo muy común es «el hecho de que sienta celos demuestra que me quiere, y mucho». Este tipo de creencia puede derivar en muchísimos problemas de pareja, en acoso o incluso maltrato.

En terapia, trabajaríamos con la persona para detectar esas creencias irracionales, confrontarlas, debatirlas, y buscar alternativas más útiles para la realidad. Recordemos que el objetivo aquí es sustituir unas creencias desadaptativas por otras más adaptativas. El criterio final es que funcionen.

3. Técnicas de modelado

El modelado es un tipo de técnica en la persona observa y aprende una manera de actuar en una determinada situación. Es parecido a un ejercicio de imitación. El objetivo principal es dotar a la persona de nuevas herramientas y estrategias para adaptarse mejor a su entorno, aprender a reaccionar mejor.

Estas técnicas se suelen utilizar mucho en el trabajo con habilidades sociales. Otra técnica similar es el entrenamiento en auto-instrucciones.

4. Entrenamiento en resolución de problemas

Con ésta técnica se ayuda a las personas a hacer frente a determinadas situaciones que por sí mismos no son capaces de solucionar, o para tomar decisiones que a la persona le resultan difíciles o le bloquean.

Con esta técnica trabajaremos elementos como el enfoque y la formulación del problema, cómo generar posibles alternativas para solucionarlo, la toma de decisiones, cómo sopesar ventajas y desventajas, o cómo verificar los resultados de nuestras acciones.

En resumen, se trata de saber enforcar las situaciones complicadas del modo más constructivo posible, sin dejarse llevar por el pánico.

Otras técnicas de la TCC son:

5. Desensibilización sistemática

6. Entrenamiento en auto-instrucciones

7. Inoculación de estrés

8. Técnicas de autocontrol

9. Técnicas de relajación

Ventajas de las técnicas de terapia cognitivo-conductuales

• Gran nivel de eficacia (comprobada científicamente)
• Terapia de elección para muchos trastornos mentales
• Se centra en el presente de la persona y tiene en cuenta su contexto actual (no se sacan dudosas conclusiones sobre historias del pasado)

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