Saltar al contenido

Los celos: una dinámica tóxica que hay que cortar de raíz

Los celos son una de las dinámicas más tóxicas que se pueden dar en las relaciones humanas.

Ojo, no hablamos solo de relaciones de pareja. Se pueden dar entre familiares, entre amigos, hasta en el trabajo.

Los celos son el resultado de una determinada manera de mirar el mundo, y de otra forma de gestionar las propias emociones.

¿De qué hablo en este artículo?

Pero, ¿cómo surgen los celos?

Una persona experimenta celos cuando se siente insegura. La inseguridad, otra forma de llamar a ese malestar que la persona pueda sentir. En un contexto de pareja, puede ser la inseguridad sobre la propia valía de uno mismo, la inseguridad sobre la propia capacidad de hacer feliz a la otra persona, etc.

Cuando los celos se manifiestan en una pareja, lo más común es que la inseguridad se manifieste con un diálogo interno del tipo:

  • ¿Me querrá?
  • ¿Me estará poniendo los cuernos?
  • ¿Me estará contando toda la verdad?
  • ¿Me ocultará algo?

Etc, etc.

 

Ansias de control

Cuando una persona se siente insegura, busca maneras (más o menos adecuadas o efectivas…) para reducir el malestar y sentirse mejor.

Cuando tenemos miedo de que aquel lunar nuevo del brazo sea un cáncer… ¿qué hacemos para tranquilizarnos? Nos aseguramos yendo al médico y pidiendo una confirmación de que nuestra sospechas no nos ciertas.

Entonces, si todo sale bien, sentimos alivio y relajación.

Una persona celosa busca eso constantemente. Y lo busca pidiendo pruebas a la otra persona, pidiendo garantías, información. Seguridad.

Bueno, pues si no me estás engañando y es verdad que esta tarde estuvistes con tus amigos, ¿me enseñas una foto? ¿O me dejas ver esas conversaciones de whatsapp? ¿O me das su número para que hable con ellos?

Ya te lo imaginas.

La cosa es que, aún después de exigir todas las pruebas del mundo, la persona raramente se queda satisfecha. Nunca termina de creérselo todo, piensa que le estarán mintiendo o falsificando pruebas, que todos los amigos de la otra persona están «metidos en el ajo», etc.

Lo que la persona busca es el control, y en el ese control, sentirse segura.

 

¿Qué hacer ante los celos excesivos de otra persona?

Lo primero, marcar límites.

Si cedemos ante las exigencias de la otra persona, estamos jugando a su mismo juego, estamos contribuyendo a que siga haciendo exigencias ridículas o invasivas de nuestro espacio personal.

Hemos de ser muy contundentes a la hora de señalar y cortar estas dinámicas. Y muy abiertos con la otra persona.

No, no tengo porqué darte más explicaciones. Esto me parece excesivo. Y si sigues hablándome de esa manera, vamos a dejar de hablar hasta que te hayas tranquilizado.

Hemos de ser firmes, señalando de manera clara qué parte de la conducta de la persona nos está molestando, cómo nos hace sentir eso, y sugerirle alternativas a la persona.

En el momento en que permitimos que la otra persona imponga su forma de pensar, contribuimos a que ésta se sienta legitimada en sus conductas celosas, y es más probable que termine repitiéndolas más a menudo. De un caso aislado, puede convertirse en el pan de cada día.

Te dejo también un vídeo que he grabado sobre el tema

¿Qué más hacer para trabajar los celos? Acudir a terapia.

Si has llegado hasta aquí, esto te interesa

Igual aquí hay algo para ti:

Para saber más sobre lo que hago, visita www.luismiguelreal.es

Luis Miguel Real
¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

Descubre más desde Luis Miguel Real | Psicólogo

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo