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▷ Dejar de fumar NO es fácil (aunque sepas cómo) | Por qué el libro de Allen Carr no siempre es suficiente para dejar de fumar

Conozco a muchísimos fumadores que se han leído el famoso libro del escocés Allen Carr “Dejar de fumar es fácil, si sabes cómo

También conozco a muchos fumadores que siguen fumando a pesar de haberse leído el libro 8 veces.

El propio Allen Carr les diría que su problema no fue la fuerza de voluntad (y tendría razón)

El problema para dejar de fumar nunca es la fuerza de voluntad.

Su proceso suele ser el siguiente:

  1. Me leo el libro de Allen Carr
  2. Me siento súper motivado y dejo de fumar de golpe
  3. Pasan unos días / semanas y vuelvo a fumar
  4. Me leo el libro de Allen Carr (a ver si lo he leído mal o algo)
  5. Etc

La pregunta es:

¿Por qué no todo el mundo consigue dejar de fumar leyendo el libro de Allen Carr?

Te lo cuento con más detalle en este artículo

Sigue leyendo

¿Dejar de fumar es fácil? Por qué el libro de Allen Carr no funciona con todo el mundo

Pero, ¿el libro de Allen Carr funciona? ¿Me ayudará a dejar de fumar?

Seguro que ayudar te ayuda. No creo que te desayude.

Ahora bien, sabemos que leer un libro no siempre es suficiente para dejar el tabaco. Sino, ya no quedarían fumadores en el mundo.

El dichoso libro puede ser un muy buen acompañamiento, siempre y cuando estés llevando un seguimiento con un profesional que te dé pautas para tu caso concreto.

Te lo explico más en detalle en este vídeo:

¿De qué hablo en este artículo?

3. La misma solución casi nunca sirve a todo el mundo

Igual no necesitas un martillo, sino un destornillador.

El problema con el libro de Allen Carr, y con el 99,7% de los libros de autoayuda que circulan, es que te cuentan cómo el autor solucionó un determinado problema.

Y claro, el lector asume que esas soluciones sirven para todo el mundo.

HA HA HA

Ojalá.

Bueno, unicornios aparte, el libro de Allen Carr es muy muy entretenido, a mí personalmente me gusta mucho.

Ahora bien, cada persona es un mundo, y cada persona tiene una historia diferente con su adicción al tabaco. Es imprudente (e incluso infantil) esperar que una serie de soluciones genéricas vayan a ayudar a todo el mundo.

No es mi opinión solamente. Es la realidad.

Es probable que si estás leyendo esto, tú seas una de esas personas que se han leído el libro y eso no ha bastado para que dejes de tener ganas de fumar.

¿Cuál es el clic que le falta a tu cerebro?

2. Leer un libro de auto-ayuda es pasivo

Nos puede dar ideas muy chulas, pero puede haber una grandísima distancia entre eso y llevar a cabo acciones reales.

Es muy entretenido leer las historias de otra persona (y las de Allen Carr sin duda lo son).

Pero de ahí a llevar a cabo acciones reales, suele haber un trecho.

“Para dejar de fumar, tan sólo hay que hacer un sencillo gesto: ¡fumar el último cigarrillo!”

Allen Carr (Ojalá fuese tan sencillo, colega)

En concreto, el libro “Dejar de fumar es fácil si sabes cómo” es una entretenida historia en que el bueno de Allen lleva al lector a darse un paseo por el viaje del héroe, en que las tabacaleras son el diablo y el tabaco es una de sus tentaciones infernales (sin duda es una metáfora certera).

El libro de Allen Carr triunfa a la hora de crear esa historia de odio y asco hacia el tabaco (lo que en psicología llamaríamos una estrategia de aversión al estímulo condicionado).

Uno se termina el libro y siente mucho mucho enfado hacia el tabaco. Pero eso no siempre es suficiente para superar una adicción que lleva años asentada en tu vida.

Carr fue un soberbio contador de historias. Nadie lo duda.

Lo que le falta a mucha gente es definir acciones reales para prevenir las recaídas, porque no todo es convencerte de que el tabaco es el demonio. El libro de Allen te lo deja clarísimo.

Pero falta la prevención de recaídas.

La vida pasa, y las situaciones difíciles del día a día ocurren también.

Los cafés, los descansos del trabajo, los amigos que fuman, el estrés al llegar a casa después de un día agotador, discusiones con la pareja…  todo situaciones que probablemente despertarán el síndrome de abstinencia del tabaco.

Para dejar de fumar con éxito (realmente cualquier hábito nocivo que queramos cambiar) hemos de aprender a convivir con todo tipo de situaciones estresantes o que han sido condicionadas al consumo de tabaco.

Eso, en muchos casos, es complejo. Por eso muy pocos de los fumadores que intentar dejar el tabaco sin ayuda no lo consiguen.

1. Una fuente de motivación no es una fuente de soluciones

Por muy motivado que te encuentres al leerte el libro de Allen Carr, lo más probable es que se te pase la motivación pasados unos días (como todo).

La solución es hacer cambios a largo plazo en tu estilo de vida.

Y para hacer esos cambios, lo mejor es que preguntes a un experto sobre tu caso.

¿Cuánto fumas? ¿Con qué frecuencia? ¿Cuáles son tus picos de consumo? ¿Fumas siempre a solas o a veces con gente? ¿Qué excusas y justificaciones utilizas normalmente para encender un cigarrillo? ¿Qué herramientas vas a utilizar para gestionar tu estrés en lo momentos de abstinencia?

Etc, etc, etc

Ni fuerza de voluntad ni pollas. Cerebro.

“Más vale maña que fuerza”

Tu psicólogo

 

¿Quieres dejar de fumar? Déjate de libros y pide ayuda a un profesional

Por cierto

Soy psicólogo, y estoy especializado en adicciones.

He trabajado con personas con alcoholismo, ludopatía, adicción a la cocaína. Entonces, lo de la adicción al tabaco parece un juego de niños en comparación.

¿Quieres dejar de fumar? Visita www.luismiguelreal.es/dejar-de-fumar y te explico

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