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▷ Principales causas de recaída en el tabaco

Dejar de fumar no es fácil, eso lo saben más del 95% de fumadores.

Y es que algunas estadísticas muestran que menos del 5% de fumadores que intentan dejar el tabaco sin ayuda lo acaban consiguiendo. ¿Por qué es tan difícil dejar de fumar para tantas personas? Parece obvio que no es una cuestión de “fuerza de voluntad”.

Muchos mitos pueblan los foros de internet y de las redes sociales, fumadores aconsejándose los unos a los otros “que tengan fuerza de voluntad”. El principal problema es que el enfoque de la fuerza de voluntad es absolutamente reduccionista y no tiene en cuenta las realidades de las adicciones: porque el tabaquismo es una adicción, y tiene muchos aspectos en común con el alcoholismo o la ludopatía.

Podemos entender cualquier adicción en cuanto a 3 factores principales: la dependencia física, la dependencia emocional y la dependencia social. Cuando una persona no trabaja estos aspectos, es muchísimo más probable que se den recaídas en el tabaco. Veamos en qué consisten:

1.Dependencia física

También conocida como síndrome de abstinencia del tabaco, se refiere a los síntomas físicos de la adicción a la nicotina. La mayoría de personas pueden experimentar estos síntomas como molestias leves, pero otras como una ansiedad considerable. 

Estas molestias se calman rápidamente al fumar otro cigarrillo, por lo que la conducta de fumar queda rápidamente reforzada negativamente (fumar elimina los síntomas de abstinencia).

El síndrome de abstinencia físico no suele durar más de una o dos semanas después de que la persona fumó su último cigarrillo. Después los síntomas físicos se calman, y ya solo puede quedar la dependencia emocional o social.

2.Dependencia emocional

Cada persona es un mundo, y cada fumador habrá creado una relación diferente con el tabaco. Por ejemplo, puede que a lo largo de los años la persona haya aprendido a asociar la conducta de fumar a otras sensaciones, como el estrés de un día duro de trabajo, el olor del café de los descansos, o la hora de comer. 

Para muchas personas es difícil pasar mucho tiempo sin fumar, porque tarde o temprano estas situaciones terminan despertando el deseo por fumar de nuevo (por el aprendizaje de muchos años de tabaquismo). A veces esto puede ser una gran fuente de ansiedad, y ser una potencial fuente de recaídas.

Con la ayuda de un psicólogo especializado, todo fumador puede aprender a romper estas asociaciones tan nocivas, y aprender a vivir su vida sin añadir el tabaco a sus experiencias.

3.Dependencia social

Esta suele ser la fuente de recaídas más habitual cuando una persona lleva un tiempo sin fumar. La adicción al tabaco cuenta con un fuerte componente social en personas que se han acostumbrado a fumar en grupo y a asociar fuertemente el consumo de tabaco con las interacciones sociales.

Muchos fumadores se acostumbran a “salir a fumar” con otros fumadores, a charlar, a formar lazos y a asociar el tabaco a esas sensaciones placenteras. Entonces, cuando intentar dejar el tabaco y se encuentran con esas personas con las que antes fumaban, puede ser muy difícil resistirse a caer en el viejo hábito.

Entonces, pasar tiempo con personas que fuman o incluso consumir alcohol, suelen ser fuentes de recaída casi seguras para muchas personas.

La importancia de la ayuda psicológica para dejar de fumar

Dejar de fumar no es fácil, y mucho menos intentando lo mismo que la mayoría de fumadores… dejar de fumar “de golpe”.

Cuando una persona intenta dejar de fumar de la noche a la mañana, se arriesga a experimentar síntomas de dependencia más fuertes, al no haberse dado el tiempo para hacer una reducción paulatina de cigarrillos y haber roto las asociaciones más fuertes.

En este sentido, muchas veces son las prisas y la obsesión con la “fuerza de voluntad” lo que termina provocando recaídas y la consecuente sensación de fracaso y frustración que tantos fumadores arrastran encima durante años.

Trabajar con un psicólogo especializado en adicciones ayudará a la persona a:

  • Romper sus asociaciones con el tabaco
  • Reducir o incluso eliminar la ansiedad de la abstinencia
  • Trabajar estrategias de prevención de recaídas adaptadas a la persona

Como comentábamos antes, menos de un 5% de los fumadores consiguen dejar de fumar sin ayuda profesional. Parece una de las mejores alternativas. 

Si quieres que te ayude a dejar de fumar, haz clic aquí abajo:

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