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▷▷ ¿Los Antidepresivos No Funcionan? ¿Curan la depresión?

los antidepresivos no funcionan no curan la depresión
Según la OMS, más de 350 millones de personas sufren depresión. Y a pesar de que en los países desarrollados se recetan más pastillas que nunca, las cifras en problemas de salud mental no parecen mejorar en absoluto (al contrario, incluso empeora). Hay quien insinuaría que muchos tratamientos psiquiátricos no curan, sino que empeoran la calidad de vida de muchas personas.

Cuando los antidepresivos no parecen funcionar, tanto los psiquiatras como las farmacéuticas utilizan todo tipo de eufemismos para justificar el fiasco. Hablan de “depresión resistente“, y aprovechan la oportunidad para justificar recetar más antidepresivos o aumentar las dosis.

¿De qué hablo en este artículo?

¿Funcionan realmente los antidepresivos?

Los fármacos más utilizados contra la depresión son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (IRS). Aumentan los niveles de serotonina en el cerebro, lo que (supuestamente) mejora la comunicación entre las neuronas y se mejora el estado de ánimo.

Estos son algunos de los antidepresivos más recetados:

  • Agomelatina
  • Amitriptilina
  • Escitalopram
  • Fluoxetina
  • Fluvoxamina
  • Mirtazapina
  • Paroxetina
  • Reboxetina
  • Trazodona
  • Venlafaxina
  • Vortioxetina

Por cierto, más del 60% de los antidepresivos se recetan en Atención Primaria. Es decir, que los recetan médicos que no son especialistas en salud mental y que en el mejor de los casos ni tienen ni 5 minutos para evaluar correctamente a la persona… y van recetando antidepresivos como si fuesen caramelos de menta.

Los antidepresivos se sustentan en la falacia de la falsa depresión endógena. Que consiste básicamente en suponer que la depresión cae del cielo, y que de un día a otro, sin saber por qué, los cerebros de algunas personas producen menos serotonina, y que entonces se ponen tristes.

En psiquiatría, la postura oficial desde hace décadas sostiene la hipótesis monoaminérgica, según la cual todos los problemas psicológicos (ansiedad, depresión, etc) están provocados por un déficit de ciertos neurotransmisores en el cerebro (serotonina, noradrenalina, dopamina, etc).

Y eso es una falacia que proviene del caduco modelo biomédico, que solo considera el cuerpo y la química como fuentes de salud o enfermedad, y no tiene en cuenta el contexto de las personas.

“Solo ⅓ de pacientes con depresión responden satisfactoriamente a estos tratamientos, lo cual es un problema grande, porque significa que los otros ⅔ solo responden parcialmente o no responden para nada.”

Rafael Moliner, investigador (Así funcionan los antidepresivos: el ‘paper’ que echa por tierra 50 años de psiquiatría)

La realidad es mucho más compleja que eso. No es que el cerebro deje de producir serotonina y entonces uno desarrolle depresión. Es que uno desarrolla depresión, y entonces se observan cambios en el cerebro (los niveles de serotonina, entre otros).

Veamos un ejemplo:

Eres una chica de 29 años, que tras años y años trabajando duro para sacarte un doctorado te encuentras en el paro, no ves ofertas de trabajo decente “de lo tuyo”, te estás planteando trabajar de camarera, has perdido contacto con tus amigos de siempre, y además tienes problemas con tu pareja, y no tienes esperanza en el futuro…

Bajo unas condiciones así, cualquier persona podría desarrollar depresión a lo largo del tiempo. Y unas pastillas no bastan para solucionar eso, porque ninguna pastilla puede cambiar el contexto de una persona o enseñarle nuevas estrategias para afrontar el sufrimiento del día a día.

Por ejemplo, muchas personas sufren síndrome de burn out por las malas condiciones laborales que tienen, y eso no se arregla solo con cambios ni actitud ni psicofármacos.

En este vídeo, el psicólogo Daniel Cerro hace un genial análisis y tira abajo muchos de los falsos mitos que las farmacéuticas intentan extender para llenarse los bolsillos:

Hace tiempo se publicó una investigación muy importante en la revista científica Cell, en la que demostraban el verdadero mecanismo de los antidepresivos. Los “antidepresivos” no curan la depresión ni la hacen desaparecer. Lo que realmente hacen en aumentar temporalmente la neuroplasticidad del cerebro. Eso significa que facilitan el aprender cosas.

Y eso es justamente lo que hace una persona en psicoterapia: aprender nuevas estrategias para lidiar con la tristeza y la frustración o el miedo, nuevos hábitos para frontar los desafíos del día a día.

Por eso, los antidepresivos no funcionan si no se combinan con psicoterapia. La evidencia científica lleva años mostrando que los antidepresivos por sí solos no ayudan a la gente, solo pueden ser un acompañamiento del tratamiento psicológico principal.

“El 70% de las personas tratadas con antidepresivos no siente que su ánimo mejore tras tomarlos. Y según las conclusiones del trabajo más amplio sobre la efectividad de los antidepresivos (el estudio STAR*D) solo el 30% de quienes toman antidepresivos mejoran tras 14 semanas de tratamiento.”

Saber Vivir

¿La depresión es una enfermedad que se cure con antidepresivos?

No, la depresión no es una enfermedad. No es como cuando te haces una herida, se te infecta y se cura con medicamentos.

La depresión es un trastorno de la conducta. Si se nos muere alguien, no es que se nos “rompa el cerebro” y de repente dejemos de producir serotonina o algo así. Probablemente, por la muerte de aquel ser querido, dejemos de hacer cosas que nos recuerden a esa persona para evitar sentirnos mal, y entonces dejamos de hacer cosas que antes nos gustaban, y empezamos a perder reforzadores, y nuestros días empiezan a parecer cada vez más grises. y…

Seguro que me has entendido. La depresión es un problema psicológico (y por tanto, conductual) muy complejo que no desaparece por tomarse una pastilla, por mucho que las farmacéuticas intenten hacerte creer lo contrario.

Artículo relacionado: 12 consejos para ayudar a alguien con depresión

¿Los antidepresivos son útiles en casos de depresión grave?

Sí, los antidepresivos pueden ser útiles en casos graves de depresión, en algunos casos incluso imprescindibles. Algunas personas se encuentran tan mal que prácticamente suplican a los médicos que les “den algo”, y hay casos en los que si la persona no contase con apoyo farmacológico, no sentiría ganas ni de salir de casa ni acudir a terapia.

Por eso, en algunos casos graves de depresión, es importante contar con psicofármacos para que la persona pueda sacarle partido a las sesiones de terapia y empezar a avanzar poco a poco.

Eso sí, se debe hacer un seguimiento y buscar la retirada de los antidepresivos cuando sea posible, poco a poco.

Rocío Vidal, divulgadora científica, hizo un vídeo genial analizando todo este tema (te recomiendo verlo, porque además hace preguntas al gran psicólogo Ramón Nogueras).

¿Cuáles son los efectos secundarios de los antidepresivos?

Los efectos secundarios más comunes de los antidepresivos son:

  • Náuseas y vómitos
  • Diarreas
  • Confusión
  • Somnolencia
  • Pérdida de la libido y problemas sexuales
  • Aumento de peso
  • Pensamientos suicidas
  • Dependencia

“En los mismos países donde se ha duplicado la prescripción de antidepresivos también se han doblado en el mismo tiempo las declaraciones de incapacidad por motivos de salud mental. Necesitamos desmedicalizar el sufrimiento

James Davies 

Testimonio de los efectos de la antidepresivos

La sensación al tomarlos yo diría que salvo casos de extrema necesidad, es peligrosa, porque por ejemplo te pueden maltratar y el antidepresivo hace que no veas la situación de maltrato, que te resbale y no tomes consciencia del abuso, que perdones y que no reacciones para ponerte a salvo.

También hace que no puedas llorar ante una situación dolorosa que justificaría el llanto. Otro efecto es que al anular las emociones negativas, no reacciones ante por ejemplo, la fecha de un examen, puedes estar feliz y no estudiar ni el día antes porque te parezca algo neutro suspender, y ser incapaz de preocuparte por ello, por más que quieras.

Gente de mi alrededor que los toma, es como si llevarán una máscara de sí mismos. Cuando estaban con depresión eran ellos mismos pero mal, ahora se vuelven felices, incoherentemente felices, no son ellos mismos, nada les alcanza.

También he visto muchos casos de médicos y psiquiatras, públicos y privados, que los recetan sin realizar un diagnóstico apropiado, sin test diagnósticos, por dolores de estómago sin diagnosticar y sin realizar pruebas previas, etc.

Incluso cuando llega el momento de dejarlos y hay síndrome de discontinuación, afirmen que el paciente debe de tomarlos de por vida si no hacen el efecto esperado, todo eso con pasmosa convicción, sin ápice de duda.

En las instrucciones de uso pone que prolongan el intervalo QT del corazón, alteran su funcionamiento, lo que se relaciona con muerte súbita, eso no lo pone, pero está implícito con esa alteración. Cuando tras un uso crónico de años hayan problemas cardíacos, embolias, ACV, etc, vale la pena preguntarse, si el responsable es el médico, la farmacéutica o el paciente desinformado. Yo he visto como los psiquiatras tratan con indiferencia todos estos efectos secundarios del uso crónico de psicofarmacos, es aterrador y traumático.

¿Los antidepresivos generan dependencia?

En todo tratamiento farmacológico, llega un momento en el que el organismo empieza a desarrollar tolerancia al medicamento. Desarrollar tolerancia significa que la sustancia ya no provoca el mismo efecto que al principio. Por lo que hay que aumentar las dosis.

Pasa exactamente lo mismo con las drogas cuando hablamos de adicciones. La gente que toma alcohol, marihuana, tabaco o cocaína empieza a aumentar las dosis, empieza a tomar cada vez más, y también a sentir miedo ante la perspectiva de quedarse sin ella.

A muchas personas se les vende la falsa idea de que los antidepresivos son todo lo que necesitan para superar su depresión (“cayó del cielo” al bajarle la serotonina, y vino la pastilla mágica para subírsela otra vez, y es la única manera).

Es más, cuando el tratamiento con antidepresivos no funciona, le cuela a la persona el diagnóstico de “depresión resistente al tratamiento” y aprovechan para aumentar las dosis o mezclar más antidepresivos (a pesar de la evidencia científica en contra de los tratamientos con psicofármacos sin psicoterapia)

Por eso, muchas personas con depresión terminan desarrollando dependencia por los antidepresivos, pasando miedo o incluso pánico ante la idea de reducir las dosis o dejar de tener las pastillas algún día.

Y no solo eso, hay estudios que muestran que más de un 80% de las personas que toman antidepresivos sufren síntomas de síndrome de abstinencia varios meses después…

Y los médicos de Atención Primaria (o los psiquiatras especializados), ¿están informando debidamente a la gente sobre los posibles efectos adversos? ¿Les avisan de que pueden causa dependencia, síndrome de abstinencia, insomnio, náuses o incluso pensamientos suicidas?

Ya te digo yo que no.

España está entre los 10 países en los que más antidepresivos se recetan

Y paradójicamente, cuando se encuentran con una “depresión resistente al tratamiento“, se aumentan las dosis y la persona termina tomando más antidepresivos que antes (lo que empeora la dependencia), en lugar de plantearse si la falta de resultados es señal de que se deben explorar otros tratamientos.

Pero no nos equivoquemos, a las farmacéuticas les interesa mucho cronificar la depresión y que la gente siga tomando pastillas durante el resto de su vida. Para ellas, la dependencia a los antidepresivos es algo bueno, porque significa que sus clientes volverán.

En esta entrevista que me hicieron hace un tiempo hablamos del grandísimo problema de dependencia a las pastillas que hay en España:

¿Los antidepresivos pueden dejar de funcionar?

Sí, y lo hacen en muchos casos, sin que la mayoría de psiquiatras sepan dar una explicación. Por un lado, el cuerpo desarrolla tolerancia. Y por el otro, muchos psiquiatras “van probando” con diferentes psicofármacos y diferentes dosis. Hay bastante poca ciencia en el proceso de recetar psicofármacos.

“Los médicos no comprenden totalmente las causas del efecto conocido como «agotamiento» o tolerancia a los antidepresivos —denominada taquifilaxia— o por qué les ocurre a algunas personas y no a otras”

Doctor Daniel K. Hall-Flavin

¿Los antidepresivos provocan pensamientos suicidas?

Los antidepresivos pueden aumentar la ideación suicida en algunas personas. Afectan directamente al autocontrol de la persona. Normalmente, si alguien tuviera algún pensamiento suicida, lo descartaría rápidamente.

Pero los antidepresivos reducen la actividad de estructuras clave del lóbulo frontal (encargadas de las funciones ejecutivas, entre ellas el autocontrol). Por lo tanto, al estar esa parte menos activa, si la persona llega a tener algún pensamiento suicida, hay menos probabilidades de que pueda descartar esa idea, y más probable que tenga un intento de suicidio.

En una investigación de The Lancet, en la que participaron más de cinco mil personas con depresión y se utilizaron 34 ensayos y 14 tratamientos antidepresivos diferentes, se llegó a la conclusión de que los antidepresivos no aportaban ningún beneficio.

En ese mismo estudio, se constató que los antidepresivos aumentaban la ideación suicida en algunos casos, y que los efectos del Prozac no eran mejores que el placebo.

https://twitter.com/josepdarnes/status/1533781842066825217

¿Es necesario tomar antidepresivos para superar la depresión?

En muchos casos no. El tratamiento principal para la depresión siempre debe ser la psicoterapia con psicólogo cualificados, y se pueden recetar antidepresivos como apoyo farmacológico en los casos más graves. Pero el tratamiento principal ha de ser la terapia psicológica.

Un estudio de la Universidad King Saud advierte de que las personas que NO toman antidepresivos también mejoraron psicológicamente tras dos años con depresión.

La psicoterapia no solamente es mejor a la hora de prevenir las recaídas en la depresión, sino que en la mayoría de los casos basta con menos de 20 sesiones para que la persona se recupere y no necesite volver a terapia (ni a los antidepresivos).

Terapia psicológica para la depresión

Si sufres de depresión, un buen psicólogo te ayudará a:

  • Entender por qué te sientes mal
  • Identificar los pensamientos y creencias que promueven la depresión
  • Aprender nuevas estratégias para afrontar las situaciones difíciles del día a día
  • Recuperar las actividades placenteras que dejaste de hacer (o descubrir nuevas)
  • Llevar un estilo de vida más saludable que reduzca tus probabilidades de caer de nuevo en la depresión
  • Prevenir las recaídas

Lecturas recomendadas:

Luis Miguel Real
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