
En este artículo te explicaré qué es el síndrome del impostor, en qué consiste realmente, y cuál es la mejor forma de superarlo.
El síndrome del impostor no es un trastorno psicológico. Es una experiencia desagradable que se da cuando crees (importante esto) que tus conocimientos y aptitudes no están a la altura de un trabajo o una tarea.
Es completamente normal en situaciones de cambio o poco conocidas.
— Sandra (@sandraparmo) September 22, 2022
Artículo relacionado: Los tipos de problemas de ansiedad más comunes
¿Qué es el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor es una etiqueta con la que se suele describir a personas que “no creen en sí mismas” a la hora de afrontar un nuevo trabajo o proyecto, y que sufren un mieod casi constante a fallar o confirmar “que son un fraude”.
Da igual las buenas notas que tenga, los grandes resultados que haya obtenido en el pasado o todo el esfuerzo que haya puesto en las cosas: la persona se fija mucho más en sus errores y en el posible fracaso que en sus logros y sus habilidades.
Las personas con el síndrome del impostor tienden a atribuir las cosas buenas que consiguen a la suerte o a la ayuda de otras personas, y no a sus propias habilidades o esfuerzo (locus de control externo). A la vez, cuando algo no sale bien, tienden a responsabilizarse completamente por ello (locus de control interno) y a culpabilizarse mucho.
Eso significa que tienen problemas a la hora de evaluar y analizar la realidad de manera objetiva. Este sesgo, de alguna manera actúa como mecanismo de defensa ante el miedo a arriesgarse o inflar demasiado su autoconfianza (por lo que otras personas puedan decir al respecto).
Entonces, el síndrome del impostor muchas veces consiste en quitarle valor a nuestras habilidades y fijarnos de manera desproporcionada en nuestros defectos y nuestros errores (a pesar de las circunstancias).
El síndrome del impostor suele asociarse también a otros problemas psicológicos como la baja autoestima o incluso problemas de ansiedad.
Pensar en posibles problemas es útil para protegernos contra ellos o prepararnos lo mejor posible (movilizar nuestros recursos), pero prestar demasiada atención a ciertos pensamientos negativos multiplica las probabilidades de que suframos ansiedad o incluso que abandonemos un proyecto antes de tiempo por sentirnos abrumados.
Síntomas del síndrome del impostor
- Perfeccionismo extremo (tóxico)
- Infravalorar las propias fortalezas y habilidades
- Exagerar el papel de foctores externos
- Baja autoestima
- Falta de autoconfianza
Si el síndrome del impostor se nos va de las malos, podría contribuir a otros problemas más graves, como el síndrome de burn out.
Principales causas del síndrome del impostor
Cada persona es difernete, y casi nunca existe una única causa para casi nada en la vida. Aquí una lista de posibles causas del síndrome del impostor:
- Baja autoestima (problemas de autoconfianza)
- Exceso de autoexigencia (muchas veces por una educación muy autoritaria o centrada en los logros)
- Eventos traumáticos del pasado (o muy estresantes)
- Problemas de ansiedad (u otros problemas psicológicos)
Los síntomas del síndrome del impostor se suelen confundir a menudo con otros problemas psicológicos más serios, como la ansiedad social.
¿Por qué surge el síndrome del impostor?
Las personas con síndrome del impostor intentan sentirse fracasados a toda costa. Por eso, ante ese miedo tenderán a evitar situaciones que consideren de alto riesgo, para evitar confirmar que no son capaces (o que son unos impostores, un fraude, y han estado engañando a todo el mundo). El síndrome del impostor surge de nuestro miedo a no ser capaces de cumplir las expectativas.
Por eso, la consecuencia más directa del síndrome del impostor son las conductas de evitación hacia situaciones que se consideran demasiado exigentes (por ejemplo, evitar presentarnos a una oferta de trabajo que nos gusta mucho, u ofrecernos para un determinado proyecto).
Tipos de síndrome del impostor
Se suele hablar de 3 subgrupos de síndrome del impostor, dependiendo de los aspectos que más tema la persona:
-Individualistas
Las personas del subgrupo individualista se obligan a trabajar solas la mayor parte del tiempo. Les cuesta mucho delegar tareas o pedir ayuda a otras personas, porque temen que eso les haga parecer débiles o poco capaces.
Estos subtipos no están grabados en piedra y no significa que pertenezcas a uno u otro. Son meramente descriptivos, y lo más probable es que cualquier persona se va identificada en varios, de una forma u otra.
-Perfeccionistas
En el subgrupo perfeccionista se encuentran las personas a las que les preocupan más los resultados de sus acciones, hasta tal punto que se exigen demasiado y no sienten apenas satisfacción por sus logros (porque casi siempre se fijan más en lo que les faltaba para llegar a su idea de perfección).
Son personas con estándares muy altos y objetivos poco realistas, dadas las circunstancias. Tienden a prestar mucha atención a pensamientos sobre “lo mal que lo han hecho” o “lo que va a pensar la gente al ver esto”.
-Expertos
En el subgrupo de los expertos están las personas más preocupadas por la opinión que los demás tengan de ellas. Quieren ser percibidas como “los que más saben” en su nicho o campo de trabajo. De lo contrario, temen que los demás les vean como inútiles.
Lo que más suelen temer es admitir en voz alta que se han equivocado o reconocer que no saben contestar a cierta pregunta o cómo resolver un problema determinado.
¿Cómo superar el síndrome del impostor?
¿Cómo vencer el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor no siempre es malo. Toda persona que quiera hacer bien su trabajo necesita un sano nivel de escepticismo y autoexigencia. Decirnos que siempre lo hacemos todo perfecto casi nunca ayuda.
Lo importante es aprender a hacer las cosas a pesar de las dudas.
— Ψ Luis Miguel Real 🧠 Psicólogo (@LuisMiguelReal4) September 23, 2022
Te voy a dar 3 claves muy efectivas:
1. Aprender a lidiar con la incertidumbre:
Por mucho que te esfuerces, nunca vas a tener un control del 100% sobre tus resultados. Sé que pensar es desagradable, pero es la realidad. Aceptar la incertidumbre inherente a todo lo que hagamos nos acaba trayendo paz, y nos ayuda a no machacarnos en exceso cuando las cosas no salgan como a nosotros nos gustaría.
2. Admite los errores, la derrota, el fracaso
Las cosas no siempre salen como a nosotros nos gustaría. Y no es culpa nuestra. Podemos esforzarnos muchísimo, al máximo, poner toda la carne en el asador, y aún así no ganar. Y eso no nos hace peores personas, no nos hace menos valiosas. Aprender a aceptar los errores con elegancia y dignidad es clave. Y cuando sea posible, aprender de ello para el futuro.
Si reducimos nuestra actitud castigadora ante los errores, los viviremos con mucho menos malestar, y nos atascaremos menos a menudo (aprender a levantarnos después de caernos, vaya).
3. Espera lo mejor, prepárate para lo peor
Es importante mirar las cosas con cierto optimismo, porque eso nos ayudará a afrontar los desafíos sacando más partido a nuestros recursos (incluso los que no éramos conscientes que teníamos). Y a la vez, debemos aprender a mirar de frente las posibles amenazas y problemas, porque eso nos permite prepararnos lo mejor posible. Hay tormentas que nunca podremos esquivar, pero sí que podremos aprender a navegarlas mejor y atravesarlas con los menores daños posibles.
Por eso, la mejor forma de superar el síndrome del impostor es admitir nuestras debilidades, porque así podremos trabajar para mejorar.
Tratamiento para el síndrome del impostor
El síndrome del impostor no es un trastorno psicológico, por lo que no es un problema a enfocar con un “tratamiento”. Si crees que tu síndrome del impostor te estorba demasiado o te limita en el día a día, pide cita online y nos pondremos a trabajarlo (sobre todo si sufres otros problemas psicológicos serios que empeoren el problema).
Cómo transformar el síndrome del impostor en tu aliado
Hay muchas personas que deberían sentirse impostores, porque lo son 🙂
Para hacer bien nuestro trabajo, todos necesitamos unos sanos niveles de escepticismo y exigencia.
Por ejemplo, si una persona que no ha estudiado psicología se pone a trabajar con personas con problemas psicológicos… pues yo creo que debería sentirse impostora, porque lo es. Y admitir y aceptar eso, hará que deje de trabajar con personas a las que no puede ayudar realmente (y derivarlas a profesionales cualificados) o que empiece a estudiar.
Lecturas recomendadas
- Guía para Calmar los Pensamientos Negativos (Luis Miguel Real)
- Ejercicios para trabajar la Autoestima (Luis Miguel Real)
- Tratamiento psicológico de la fobia social (Carmen Pastor y Juan Sevillá)
- También puedes decir no: Aprende a ser asertivo y di lo que piensas (Carmen Pastor y Juan Sevillá)
- Happycracia: Cómo la ciencia y la industria de la felicidad controlan nuestras vidas (Edgar Cabanas y Eva Illouz)
- Sal De Tu Mente, Entra En Tu Vida: La nueva Terapia de Aceptación y Compromiso (Steven C. Hayes)
- Jiménez, E. F., & Moreno, J. B. (2000). El pesimismo defensivo y el síndrome del impostor: análisis de sus componentes afectivos y cognitivos. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 5(2), 115-130.
- Vergauwe, J., et al (2015). Fear of being exposed: The trait-relatedness of the impostor phenomenon and its relevance in the work context. Journal of Business and Psychology, 30(3), 565-581