Cómo sobrevivir a las situaciones sociales sin beber alcohol
Recuérdate tus razones para no beber alcohol
Pon iniciativa y ve “a divertirte”
Piensa qué bebidas no alcohólicas consumirás
Céntrate en las conversaciones
Define tus situaciones de riesgo y prepárate
Confía en aliados
Si quieres irte, vete
No vayas si no quieres
1. Recuérdate tus razones para no beber alcohol
Dejar el alcohol puede ser difícil, especialmente cuando estamos rodeados de otras personas que están bebiendo. Sin embargo, recordarnos a nosotros mismos las razones por las que decidimos dejar el alcohol puede ayudarnos a mantenernos centrados y comprometidos con nuestra decisión de no beber.
Hay muchas razones diferentes por las que una persona puede querer dejar el alcohol:
Salud (entender que el alcohol es cancerígeno y no queremos eso en nuestra vida)
Problemas hepáticos o cardíacos
Mejorar nuestro rendimiento en el trabajo
Profundizar en nuestras relaciones por nosotros mismos, sin tener que drogarnos
Problemas personales que solo empeoran cuando añadimos alcohol a la mezcla (como tirar gasolina a un incendio)
Ansiedad o depresión (y que nuestro médico o psicólogo nos haya aconsejado no empeorarlos con alcohol)
Un ejemplo concreto sería alguien que decidió dejar el alcohol después de haber perdido su trabajo debido a su consumo y haber tenido un incidente relacionado con el alcohol. Esa persona puede recordarse a sí misma que dejar el alcohol es importante para recuperar su carrera y estabilidad económica, así como recuperar su estabilidad emocional y mejorar sus relaciones personales.
Otro ejemplo podría ser alguien que decidió dejar el alcohol después de haber tenido un incidente de conducción bajo los efectos del alcohol. Esa persona puede recordarse a sí misma el susto que se llevo, pensar que podría haberse matado a sí misma o a otras personas, y que no vale la pena correr esos riesgos que te pueden destrozar la vida en cuestión de segundos (literalmente).
Recordarnos nuestras razones para dejar el alcohol nos ayuda a mantenernos centrados en nuestros objetivos y nos recuerda por qué tomamos la decisión de dejar el alcohol en primer lugar. Esto puede ayudarnos a resistir las tentaciones y a mantenernos comprometidos con nuestra decisión de vivir una vida sin alcohol.
“Lo mejor es hacerse preguntas y desmontar, uno mismo, el nexo de unión entre fiesta y alcohol”
Estas son algunas preguntas que puedes hacerte para recordarte por qué dejar de beber es maravilloso:
-¿Vale la pena beber si después me va a dar un “bajón” y resaca?
Mucha gente que bebe alcohol con frecuencia tiene una memoria bastante selectiva. Solo se acuerdan de los primeros momentos de la noche, cuando se lo estaban pasando bien y no tenían tanta vergüenza de bailar o hablar con aquella persona que les gustaba… pero no piensan en el “bajón” que suelen tener cada noche de forma sistemática, el malestar que sienten antes de irse a dormir así como la resaca del día siguiente.
Es como vivir en el día de la marmota, casi siempre que bebes terminar igual. ¿Para qué seguir haciendo algo que te hace sentir imbécil (y parecerlo) sistemáticamente?
-¿De verdad quiero que el alcohol condicione mis actos y mis palabras?
Una de las principales razones por las que la mayoría de la gente se da cuenta de que les vendría bien dejar de beber es que casi siempre terminan haciendo cosas de las que luego se arrepienten. Las más típicas:
Hacer el ridículo
Perder los nervios y decirle a alguien algo que no te atreverías a decirle estando en tus cabales
Ser infiel a tu pareja
Propasarte con alguien al mailterpretar las “señales”, pasar vergüenza al recordarlo…
Cometer la estúpida decisión de coger el coche
-¿Realmente soy “yo mismo” cuando bebo? ¿En serio me representa?
Una de las tonterías más extendidas sobre el alcohol (que muchos no paran de repetir como borregos) es que “los borrachos y los niños siempre dicen la verdad”. Y es mentira.
Igual que muchos niños mienten más que hablan, los borrachos no son más “ellos mismos” cuando beben, más bien al contrario. El alcohol es un depresor del sistema nervioso que “apaga” varias partes del cerebro, entre ellas el lóbulo prefrontal, principal responsable de nuestra capacidad de raciocinio, autocontrol y disciplina. Cuando bebes alcohol, esa parte de tu cerebro se va de vacaciones 😉
Entonces, el alcohol te hace ser menos “tú mismo”, porque hace que tu cerebro deje de funcionar correctamente.
-¿Disfruto realmente de la sensación del día siguiente de haber bebido?
No conozco a nadie que haya dejado el alcohol completamente y se haya arrepentido. Cuando dejas de beber, disfrutas más de las fiestas, eres consciente de los que haces, y además te sientes genial al día siguiente.
Mucha gente siente que “pierde 2 días de su vida” cada vez que sale a beber, porque la resaca le dura 2 días y son incapaces de hacer nada (no pueden ser productivos, se quedan en casa tirados como si estuvieran enfermos, dejan de hacer ejercicio…).
En conclusión, dejar de beber te dará mucha más energía y vitalidad (en realidad recuperarás la energía y vitalidad que el alcohol te ha estado robando a lo largo de los años)
2. Pon iniciativa y ve “a divertirte”
Si te quedas en una esquina esperando que otras personas se acercan a hablar contigo, es poco probable que disfrutes de la fiesta. Toma la iniciativa y acércate a las personas que conoces, preséntate a la gente, inicia conversaciones, déjate llevar…
Al principio es probable que se sientas “rara” (casi todo el mundo sufre ansiedad social las primeras semanas sin beber alcohol), pero según lo practiques, te sentirás mucho más cómoda.
Piensa que todos hemos utilizado el alcohol como “catalizador social”, nos hemos acostumbrado a beber para hablar más y sentirnos menos tímidos, lo cual también nos ha dejado “socialmente cojos”, porque no hemos aprendido a disfrutar de fiestas, conciertos o festivales sin emborracharnos.
Es como si empezases a entrenar un músculo que llevas años sin entrenar (como empezar a correr después de meses o años sin hacerlo, al principio es incómodo y hasta duele un poco), pero pasados unos días estás comodísimo).
Si te esperas hasta el último momento, es muy probable que te caigas en la inercia de pedir “los mismo de siempre” y que tengas una cerveza o un cubata en la mano antes de darte cuenta. Por eso debes pensar cuáles van a ser las bebidas no alcohólicas que vas a pedir por la noche de ahora en adelante, hasta que formes un nuevo hábito y ya las pidas (y te apetezcan) de forma automática.
¿Qué beber si no te gusta el alcohol?
Algunos ejemplos de bebidas sin alcohol que puedes pedir en una fiesta:
Mocktails (cocktails sin alcohol, están riquísimos)
Kombucha
Ginger ale o cerveza de jengibre
Vino sin alcohol (sí, existe, y cada vez lo tienen en más sitios)
Recuerda que siempre puedes experimentar con diferentes sabores y mezclas para encontrar lo que más te guste.
4. Céntrate en las conversaciones
En lugar de lamentarte sobre lo mucho que echas de menos el alcohol, céntrate en pasártelo bien. Conversa con la gente, aprovecha las oportunidades para conocer mejor a la gente a tu alrededor, te sorprenderás de las cosas increíbles que hablaréis.
Cuando bebemos alcohol, nos distraemos por muchísimos tonterías y casi siempre estamos más pendientes de seguir bebiendo que de lo que pasa a nuestro alrededor. Conecta con la gente, empátate, vas a re-descubrir el mundo de la noche (y la sensación de ligar sin haber tenido que drogarte es increíble).
5. Define tus situaciones de riesgo y prepárate
El alcohol es adictivo y crea dependencia. Por eso, es natural que después de varios años de condicionamiento, te cueste no beber en ciertas situaciones. Para dejar el alcohol y aprender a divertirte sin él, tendrás que conocerte a ti mismo, descubrir tus límites y darte espacio.
Por ejemplo, he trabajado en terapia con mucha gente que tenía grupos de amigos extremadamente tóxicos, que no sabían hacer nada sin beber (o hacerse unas rayas de coca en el baño). Quedar con ellos significaba ponerse hasta el culo de todo el 99% de las veces. Pero si esas personas no son capaces de divertirse sin drogarse, y tú sientes mucha presión por beber al estar con ellos… ¿por qué seguís quedando?
Vuestros valores y prioridades ya no están alineados, y no tiene nada de malo admitir que ya no disfrutas de emborracharte con ellos como un adolescente descerebrado. No vas a traicionarles por dejar de quedar con ellos tan a menudo, al contrario, vas a ser más fiel a ti mismo y a tu nueva identidad.
Sí, puedes elegir evitar las situaciones que giren completamente alrededor del alcohol y de beber como cerdos.
Cada vez hay más gente que no bebe alcohol (la generación Z es la menos alcohólica), y es poco probable que seas la única persona en la fiesta que no bebe alcohol. Encuentra a esas personas a tu alrededor que tampoco beben, y rodéate de ellas para sentirte menos raro al no beber. Con el tiempo, te sentirás mucho más reafirmado en tu nueva identidad de “abstemio”.
Además, los humanos somos animales sociales, y es más probable que hagamos algo si otras personas a nuestro alrededor lo hacen. Igual que empezamos a beber cuando éramos adolescentes porque otros lo hacían (si Fulanito se tira por un puente, yo también…), también podemos rodearnos de personas abstemias para que nos sea más fácil desengancharnos del maldito alcohol.
También puedes compartir tus razones para no beber con amigos de confianza, y permitirles que te ayuden. Si empiezas a sentirte muy mal y con muchas ganas de beber, puedes darles una señal y que te acompañen a fuera a tomar un poco el aire, pediros un refresco juntos o iros a casa pronto.
7. Si quieres irte, vete
Si no te lo estás pasando bien, no tienes por qué obligarte a quedarte. No tiene nada de malo irse pronto a casa. A lo mejor no te gusta la música, o el ambiente o la gente. Si no estás disfrutando algo, ¿para qué quedarte por mero compromiso?
8. No vayas si no quieres
Si crees que todavía es demasiado pronto para ir a ciertos eventos sociales sin beber, no tienes por qué ir. Tómate tu tiempo. En muchos casos (sobre todo si se ha llegado al punto del alcoholismo) es mejor esperar y simplemente evitar ciertas situaciones hasta que nos sintamos más fuertes y menos dependientes del alcohol.
Además, si aún estás superando el síndrome de abstinencia del alcohol, lo más inteligente será alejarte de situaciones con alto riesgo de recaída.
Cómo establecer límites y decir “no” a la presión por beber
Establecer límites y decir “no” a las presiones para beber alcohol puede ser difícil, especialmente en situaciones sociales donde el alcohol es el centro de la actividad y se espera de nosotros que bebamos (mucho). Sin embargo, es importante recordar que eres dueño de tu cuerpo y tu decisión de no beber alcohol debe ser respetada. Aquí hay algunos consejos y ejemplos concretos para ayudarte a establecer límites y decir “no” a las presiones de beber:
Ten una respuesta preparada: Es útil tener una respuesta preparada para cuando alguien te ofrezca alcohol o te presione para beber. Por ejemplo, puedes decir “No, gracias, no bebo” o “No me apetece beber, pero gracias por preguntar.”
Busca apoyo de amigos y familiares: Habla con tus amigos y familiares antes de la fiesta y pídeles que te apoyen en tu decisión de no beber. Pueden ayudarte a resistir las presiones y a mantenerte centrado en tus objetivos.
Busca otras actividades para distraerte: Si te sientes incómodo o presionado para beber, busca otras actividades para distraerte, como bailar, jugar juegos o simplemente charlar con otros invitados.
No te sientas obligado a justificarte: No tienes que justificarte ante nadie por tu decisión de no beber. Si alguien te hace sentir incómodo o te presiona, es importante recordar que tienes derecho a tomar tus propias decisiones y a ser tratado con respeto. Diles que lo que bebas o dejes de beber NO es asunto suyo.
No te sientas excluido: Si todos los demás están bebiendo, puede ser fácil sentirse excluido. Trata de centrarte en disfrutar de la compañía de tus amigos y en disfrutar de la fiesta.
¿Cómo aguantar más en la fiesta sin beber alcohol?
¿Qué puedo hacer para no tomar alcohol? Aquí hay algunos consejos para ayudarte a aguantar más en una fiesta sin beber alcohol:
Bebe agua: Beber agua es una buena forma de mantenerte hidratado y ayudar a prevenir la sensación de cansancio o borrachera. Trata de beber al menos un vaso de agua cada hora.
Mantente ocupado: Trata de mantenerte ocupado en la fiesta, ya sea bailando, jugando juegos o simplemente charlando con los demás invitados. Esto te ayudará a distraerte y a evitar las tentaciones de beber.
Establece metas: Puedes establecer metas para ti mismo, como llegar a una cierta hora o durar en la fiesta hasta un cierto punto, esto te ayudará a mantenerte centrado y a resistir las tentaciones de beber.
Busca apoyo: Habla con tus amigos y familiares antes de la fiesta y pídeles que te apoyen en tu decisión de no beber. Pueden ayudarte a resistir las presiones y a mantenerte centrado en tus objetivo de ser abstemio.
No te sientas obligado a quedarte en la fiesta hasta el final: Si te sientes cansado o abrumado, no tengas miedo de tomar un descanso o de irte temprano. Recuerda que tu salud y bienestar son lo más importante.
Encuentra una actividad que te ayude a relajarte: Esto te ayudará a mantener tu mente en paz y a disfrutar de la fiesta sin depender del alcohol.
Tómate tu tiempo para conocer a las personas: habla con ellos, escucha sus historias, esto te ayudará a sentirte más cómodo y disfrutar al máximo de la fiesta.
Recuerda que cada persona es diferente y lo que funciona para uno, no necesariamente funcionará para otro. Es importante encontrar lo que mejor funcione para ti. No tengas miedo de experimentar diferentes opciones para encontrar lo que más te guste. Si te cuesta, siempre puedes contactar con un profesional de la psicología.
Cómo dejar el alcohol y volver a disfrutar de la vida
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