
¿Qué es una recaída?
Una recaída es el retorno al consumo de una sustancia adictiva después de un período de abstinencia. En el contexto de la adicción, una recaída se refiere específicamente al uso repetido de una sustancia después de un intento de dejarla o reducir su consumo.
Las recaídas son comunes en la recuperación de la adicción y pueden ocurrir por varias razones:
- Estrés
- Presión social por consumir (exposición a situaciones o personas relacionadas con el consumo de drogas o alcohol)
- Depresión
- Ansiedad
- Falta de apoyo, la falta de habilidades de afrontamiento efectivas y la
Es importante recordar que una recaída no significa que la persona haya fallado en su recuperación. La adicción es una enfermedad crónica y la recuperación puede ser un proceso continuo.
Las recaídas son un obstáculo en el camino hacia la recuperación, pero pueden ser una oportunidad para aprender y crecer, y para fortalecer el compromiso con la recuperación a largo plazo.
Etapas de las recaídas
Así es como funciona el ciclo o proceso de las recaídas en adicciones:
- Etapa de euforia o abstinencia: En esta etapa, el adicto experimenta una sensación de liberación después de haber dejado de usar la sustancia adictiva. Puede sentirse muy positivo, en control y optimista sobre su capacidad para mantenerse sobrio.
- Etapa de complacencia: En esta etapa, el adicto puede empezar a bajar la guardia y sentirse más relajado respecto a su recuperación. Puede comenzar a minimizar el riesgo de una recaída y sentirse más confiado en su capacidad para controlar su comportamiento. Es cuando se confía demasiado y se duerme en los laureles (de la abstinencia). Piensa que ya lo tiene todo bajo control y dejar de estar alerta.
- Etapa de ansiedad y emociones negativas: En esta etapa, el adicto puede experimentar ansiedad, tristeza, enfado, culpabilidad…. Pueden haber desencadenantes que se asocian con la sustancia adictiva, como personas, lugares o situaciones, que pueden activar pensamientos y emociones negativas. Por ejemplo, recuerdos del pasado que le hacen sufrir.
- Etapa de pensamientos obsesivos: En esta etapa, el adicto puede empezar a pensar constantemente en la sustancia adictiva y experimentar fuertes deseos de consumirla.
- Etapa de recaída: En esta etapa, el adicto vuelve a consumir la sustancia adictiva. Puede sentir alivio inmediato y euforia temporal, pero a menudo se acompaña de sentimientos de vergüenza y culpa. Algunas personas se rinden después de una recaída, otras intentan aprender de ellas y levantarse con más fuerza (volviendo a la abstinencia)
Es importante tener en cuenta que no todas las recaídas siguen necesariamente estas etapas. Algunos adictos pueden tener una recaída repentina sin experimentar estas fases. Además, no todos los adictos experimentan todas estas etapas en cada recaída.
Sin embargo, estas etapas son comunes en muchas recaídas en adicciones y pueden ayudar a los adictos y sus seres queridos a comprender mejor el proceso de la recaída.
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¿Qué pasa cuando tienes una recaída?
Cuando una persona tiene una recaída en su adicción, puede experimentar una amplia gama de emociones, como culpa, vergüenza, frustración y desesperanza.
Es importante reconocer que la recaída es una parte común y esperable del proceso de recuperación (aunque amarga), y que no significa necesariamente que la persona haya fallado en su intento de superar la adicción. Sería como abandonar la universidad por haber suspendido un examen.
Es fundamental trabajar en la prevención de recaídas, identificando los desencadenantes de la adicción y desarrollando estrategias efectivas para lidiar con ellas. Cuando una persona sufre una recaída, es útil analizar qué factores precipitaron el episodio, para aprender a evitar o afrontar mejor esos desencadenantes en el futuro.
En general, una recaída no significa el fin del proceso de recuperación. La persona puede volver a centrarse en su objetivo de dejar la adicción y buscar ayuda y apoyo para retomar el camino hacia la recuperación. En este proceso, la terapia, el apoyo de la familia y amigos, y los grupos de ayuda pueden ser de gran ayuda para superar la recaída y continuar en el camino hacia una vida libre de adicción.
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¿Por qué recae un adicto?
Las recaídas en la adicción son comunes y pueden ocurrir por diversas razones. Algunas de las causas más comunes de las recaídas incluyen:
- Estrés y ansiedad: El estrés y la ansiedad pueden hacer que una persona se sienta abrumada y que busque la comodidad y la liberación temporal de la adicción.
- Falta de apoyo social: La falta de apoyo social, como la ausencia de amigos o familiares que apoyen el proceso de recuperación, puede hacer que una persona se sienta sola y desesperada, lo que puede aumentar la probabilidad de una recaída.
- Exceso de confianza: Después de un período de abstinencia, una persona puede sentirse complaciente y confiada en su capacidad para controlar la adicción. Esta confianza excesiva puede llevar a una disminución en la vigilancia y hacer que la persona caiga en la adicción nuevamente.
- Situaciones de riesgo: Los desencadenantes de una posible recaída pueden ser personas, lugares, situaciones o emociones que recuerdan a una persona la adicción. La exposición a estos desencadenantes puede hacer que una persona caiga en la adicción nuevamente (y no es culpa suya, hay que entender que el entorno influye en cómo nos sentimos y en nuestras acciones, nos guste o no)
- Otros problemas de salud mental: Las personas con adicción a menudo tienen problemas de salud mental subyacentes que deben ser tratados para evitar una recaída. Si estos problemas no son tratados adecuadamente, pueden empeorar y hacer que una persona caiga en la adicción nuevamente. Por ejemplo, problemas de ansiedad, depresión u otras adicciones.
Es importante tener en cuenta que cada persona es única y que las causas de la recaída pueden variar de una persona a otra. Por esta razón, es importante que las personas con adicción trabajen con un psicólogo especialista en adicciones para identificar las causas subyacentes de su adicción y desarrollar estrategias efectivas para evitar recaídas.
Factores de recaída en drogas
Existen muchos factores que pueden contribuir a la recaída en la adicción a las drogas, algunos de los más comunes incluyen:
- Pensamientos obsesivos (ganas de consumir)
- Inestabilidad emocional (ansiedad, frustración, ira, culpa, etc)
- Conflictos con otras personas (familia, amigos, compañeros de trabajo, etc)
- Aislamiento (perder la red de apoyo)
- Reencontrarse con personas y lugares asociados al consumo
- Exceso de confianza y perfeccionismo: demasiadas personas creen todavía que superar una adicción es cuestión de “fuerza de voluntad”, por lo que se ponen en situaciones de riesgo empeñándose en que “deberían ser capaces de controlar las ganas de consumir”. Por ejemplo, personas que siguen bebiendo alcohol, pero se exigen ser capaces de parar después de una o dos copas.
- Presión social: no se puede negar la influencia que otras personas y el entorno tienen sobre nosotros. Es muy importante aprender a alejarse de ciertos círculos y aprender a decir No (a pesar de la vergüenza)
- Situaciones de riesgo: cualquiera con dos dedos de frente sabe que no se debe recomendar a una persona con alcoholismo acercarse a un bar un sábado por la noche, porque ese entorno podría activar un deseo de consumir demasiado fuerte. Hay que ser estratégicos y aprender a decir que No, y eso también pasa por evitar situaciones que giran alrededor del consumo y que no nos aportan nada más.
- Otros problemas de salud mental: Las personas con problemas de salud mental, como la depresión, la ansiedad o el trastorno de estrés postraumático (TEPT), pueden usar drogas para intentar calmar su malestar psicológico. Si estos problemas subyacentes no son tratados adecuadamente, pueden aumentar el riesgo de recaída.
- Falta de apoyo social: La falta de apoyo social, como la ausencia de amigos y familiares que apoyen el proceso de recuperación, puede hacer que una persona se sienta sola y desesperada, aumentando el riesgo de recaída.
- Acceso a las drogas: La disponibilidad de las drogas puede hacer que una persona caiga en la adicción nuevamente. Esto puede incluir estar en un entorno en el que las drogas son fácilmente accesibles o estar en contacto con amigos o conocidos que consumen drogas, conservar los números de teléfono de los “camellos” del pasado, o vivir en un barrio en el que circula mucha droga.
¿Qué hacer en caso de recaída?
Las recaídas son parte del proceso de recuperación de una adicción. Lo más importante es no tirar la toalla ni rendirse, sino aprender de la recaída para evitar volver a tropezar con la misma piedra:
- Respira e intenta mantener la calma
- Sal rápidamente de ese entorno, aléjate de la sustancia o de otros consumidores
- Renueva tu compromiso, céntrate en metas a corto plazo, como “no consumiré hoy”.
- Reconoce que has tenido una recaída (no intentes endulzarlo con mentiras del tipo “por una copa de vez en cuando…”.
- No te autoengañes: deja de la lado las fantasías del tipo “mañana lo dejo” o “por una vez no pasa nada”, porque utilizarás esas excusas para justificar tus consumos. La recompensa de la abstinencia es que las ganas de consumir desaparezcan con el tiempo, y si consumes una sola vez, tendrás que volver a empezar.
- No te culpes o avergüences. Superar una adicción no es una cuestión de “fuerza de voluntad”
- Evalúa lo que ha pasado y aprende de ello, así no recaerás otra vez de la misma forma. Analiza los factores que han contribuido a que recayeras. Ten en cuenta los factores internos, pero también los externos (quieras o no, eres parte de tu contexto, y lo que ocurre a tu alrededor influye en cómo te sientes y en tus conductas)
- Pide ayuda a tu familia, amigos y a profesionales de la salud mental. Te darán apoyo emocional y te ayudarán a planificar mejor tu recuperación
- Recupérate y sigue adelante con tu vida
Caminando con otras personas llegas más lejos. Pedir ayuda no te hace débil, sino más valiente (hace falta valor para pedir ayuda, lo más fácil siempre es tragarse los problemas a solas). Si tienes una recaída, pide ayuda a tu familia, amigos y a profesionales de la salud, inmediatamente.
Técnicas para prevenir recaídas
Existen muchas técnicas efectivas que pueden ayudar a prevenir las recaídas en la adicción. Aquí te presento algunas de ellas:
- Toma conciencia del problema
- Aclara tus razones para no querer recaer en la adicción
- Abstinencia como estilo de vida: enfócalo como una elección que haces, no como una prohibición impuesta desde fuera
- Analiza tus patrones de consumo, entiende la función del síntoma: las conductas adictivas surgen como una manera rápida de escapar de la realidad y de las emociones desagradables. Entiende qué situaciones activan el craving.
- Refuerza tu red de apoyo: Trabajar con amigos, familiares y un profesional de la salud mental capacitado puede ser muy útil para prevenir las recaídas. Estas personas pueden proporcionar apoyo emocional y ayudar a mantener la motivación para mantener la sobriedad.
- Identificar y evitar las situaciones de riesgo: Identificar los desencadenantes específicos que pueden provocar la recaída y evitarlos siempre que sea posible. También se pueden desarrollar estrategias efectivas para hacer frente a los desencadenantes inevitables (por ejemplo, qué hacer si te encuentras con un viejo amigo y éste te ofrece droga)
- Mantener un estilo de vida saludable: Un estilo de vida saludable que incluya ejercicio regular, una alimentación saludable, sueño adecuado y un manejo adecuado del estrés puede ser muy útil para reducir el riesgo de recaída.
- Hacer cosas que sean importantes para ti: Participar en actividades significativas, como el voluntariado o el trabajo, puede ayudar a aumentar la autoestima y reducir el aburrimiento y la soledad, lo que puede reducir el riesgo de recaída.
¿Cómo ayudar a un adicto que recae?
Si un ser querido o amigo cercano recae en su adicción, puede ser muy difícil para todos los involucrados. Aquí hay algunos consejos para ayudar a un adicto que ha recaído:
- Habla con la persona: Es importante hablar con la persona y expresarle tu preocupación. Asegúrate de hacerlo con respeto y sin juzgarla. Escucha lo que tiene que decir y ofrece apoyo emocional.
- Ofrece ayuda: Si la persona está dispuesta a recibir ayuda, ofrécele tu apoyo para encontrar tratamiento profesional. Si ya ha recibido tratamiento, ofrécele acompañarla a las sesiones o reuniones de apoyo.
- La seguridad primero: Si la persona ha recaído en el uso de sustancias, es importante asegurarse de que esté segura. Si es necesario, llama a un profesional de la salud mental capacitado para intervenir.
- Ayúdale a centrarse en soluciones: Ayuda a la persona a enfocarse en los aspectos positivos de su recuperación, en lugar de centrarse en la recaída. Puede ser útil recordarle a la persona que la recaída es una parte normal del proceso de recuperación y que todavía es posible lograr la sobriedad a largo plazo.
- Cuida de ti: Es importante recordar que cuidarse a sí mismo es igual de importante. Es importante marcar límites, y si tu salud física o mental está en riesgo, puedes poner la distancia necesaria.