
¿Qué pasa al mezclar alcohol y marihuana? ¿Es peligroso?
Mezclar alcohol y cannabis puede ser muy peligroso y tener graves consecuencias para la salud. Ambas sustancias pueden afectar el juicio y la coordinación motora, lo que puede llevar a accidentes automovilísticos y otras lesiones. El consumo combinado de alcohol y cannabis puede ser peligroso porque ambas sustancias son depresores del sistema nervioso central. Esto significa que disminuyen la actividad cerebral y pueden combinar sus efectos sedantes en el cuerpo, causando desmayos, accidentes o incluso problemas cardíacos como arritmias o infartos.
Además, la combinación de alcohol y cannabis puede aumentar el riesgo de efectos secundarios no deseados, como mareos, náuseas, vómitos, ansiedad, paranoia y pérdida de memoria. También puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos mentales a largo plazo, como trastornos de ansiedad y depresión (esto ocurre por el repetido shock al sistema nervioso).
Peligros de mezclar alcohol y marihuana:
- Nauseas y vómitos
- Paranoia y brotes psicóticos
- Arritmias, infartos e ictus
- Coma etílico
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¿Doble adicción?
En algunos casos, puede llevar a la adicción a ambas sustancias, lo que puede ser extremadamente difícil de superar. El alcohol y la marihuana ya son adictivas por sí solas, pues el potencial adictivo aumenta al intensificar los efectos de cada una, haciendo que la persona se vuelva muy dependiente de ese efecto sedante.
Además, si la persona se acostumbra a consumir ambas sustancias siempre juntas, le será mucho más difícil superar sus problemas de adicción combinada. Porque en el momento en que tenga una recaída en una sola de las sustancias, enseguida provocará la recaída en la otra, como un efecto dominó.
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Efecto cocktail
Es importante recordar que cada persona reacciona de manera diferente al alcohol y al cannabis, y que la combinación de ambas sustancias puede tener un impacto impredecible, cuando se combinan, pueden interactuar de maneras inesperadas. Por lo tanto, se recomienda evitar mezclar alcohol y cannabis y consumir ambas sustancias de manera separada (y mantener sus consumos al mínimo, o evitarlos).
Cuando se consume alcohol, este afecta al sistema nervioso central, disminuyendo la actividad neuronal y produciendo una sensación de relajación y euforia. Sin embargo, si se consume en grandes cantidades, el alcohol puede causar daño cerebral y afectar la memoria, el juicio y la coordinación motora.
Por otro lado, el cannabis también tiene efectos en el cerebro, ya que contiene una sustancia química llamada delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), que se une a los receptores cannabinoides en el cerebro y puede producir efectos psicoactivos. Estos efectos pueden incluir alteraciones en la percepción, la memoria y la coordinación motora.
Cuando se combinan alcohol y cannabis, los efectos pueden ser aún más intensos y potentes. Esto se debe a que el alcohol aumenta la absorción del THC en el cerebro, lo que puede aumentar la intensidad de los efectos psicoactivos del cannabis. Además, la combinación de ambas sustancias puede aumentar el riesgo de daño cerebral
El alcohol potencia los efectos de la marihuana, pues aumenta la concentración del THC en la sangre (es el principal componente activo del cannabis, la sustancias responsable del “colocón” y la mayoría de efectos negativos).
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El consumo de alcohol y cannabis juntos puede afectar la memoria, la atención y la capacidad para tomar decisiones acertadas. Esto puede ser particularmente peligroso al conducir un vehículo, operar maquinaria u otras actividades que requieren un alto grado de concentración y coordinación motora.
Además, la combinación de alcohol y cannabis puede afectar el estado de ánimo. En algunos casos, puede desencadenar ansiedad, paranoia y depresión, lo que puede ser especialmente difícil de manejar para aquellos que ya tienen antecedentes de trastornos mentales.
Es importante recordar que la combinación de alcohol y cannabis no es segura y puede mandarte directo al hospital.
En lugar de mezclar ambas sustancias, es mejor elegir una sola y consumirla de manera responsable y moderada. Si alguien necesita ayuda para dejar de consumir alcohol y cannabis, es importante buscar ayuda de un psicólogo especialista en adicciones.
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La fiesta se convierte en pesadilla
Imagina que un grupo de amigos decide salir de fiesta una noche y deciden mezclar alcohol y porros. Después de unas horas, uno de ellos comienza a sentirse mareado y con náuseas, mientras que otro empieza a tener pensamientos paranoicos y ansiedad. Uno empieza a vomitar, y el otro empieza a decir cosas muy raras y le da un ataque de pánico.
Más tarde, deciden ir a casa en el coche de uno de ellos y, debido a los efectos del alcohol y el cannabis, el conductor pierde el control del vehículo y tienen un accidente de tráfico (el consumo de marihuana es responsable de más del 20% de accidentes de tráfico).
Todos salen heridos, pero afortunadamente nadie muere. Sin embargo, esta experiencia deja una huella duradera en todos ellos (estrés postraumático incluso), ya que se dan cuenta de lo peligroso que es mezclar ambas sustancias y de las consecuencias graves que puede tener. Algunos pueden tener dificultades para superar el trauma de la experiencia, mientras que otros pueden desarrollar problemas de adicción al alcohol y al cannabis.
Es importante recordar que las decisiones que tomamos pueden tener consecuencias graves y duraderas en nuestra vida y la de las personas que nos rodean. Por lo tanto, es fundamental ser conscientes de los riesgos asociados al consumo de alcohol y cannabis y consumir ambas sustancias con cuidado (o evitarlas).
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