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▷▷ ¿Cómo le Digo a un Chico que NO Me Gusta?

cómo le digo a un chico que no me gusta
Imagina que tienes delante un enorme plato de judías verdes.

Sabes que son buenas para la salud, que tienen un montón de nutrientes y que a muchos les encantan.

Pero tú las odias. No puedes evitarlo.

Pues bien, estás delante de un Romeo que te está ofreciendo su corazón en bandeja, pero resulta que ese corazón te parece tan apetecible como las judías verdes.

¿Qué haces?

Antes que nada, échale un poco de humor al asunto.

No, no me refiero a que te rías en su cara (que eso sería de una crueldad innecesaria), sino a aligerar el tono de la conversación.

Un “Vaya, parece que hoy estoy más popular que el último iPhone” puede funcionar.

Todo es más llevadero con una sonrisa, aunque sea forzada.

Luego, sé directa y sincera. No te vayas por las ramas ni empieces a divagar sobre la teoría del amor romántico en el siglo XXI.

Un “Te aprecio un montón, pero me temo que como amigo” es un buen comienzo.

Evita a toda costa las frases hechas del tipo “No eres tú, soy yo” o “Sigamos siendo amigos”.

Son tan creíbles como el anuncio de una dieta milagrosa que te promete perder 10 kilos en una semana comiendo pizza. En lugar de eso, sé auténtica y usa tus propias palabras.

Finalmente, no olvides que no tienes por qué sentirte mal por no corresponder a los sentimientos de alguien.

Al igual que no puedes obligarte a que te gusten las judías verdes, tampoco puedes forzarte a tener sentimientos románticos.

Y recuerda, a pesar de todo, sigue siendo un juego de dos.

Así que si Romeo decide ponerse a recitar versos desesperados bajo tu balcón, no te tomes la tragedia a pecho.

Mantén la calma, ofrécele tu comprensión y, si todo falla, siempre puedes sugerirle que pruebe suerte con las judías verdes. Quién sabe, tal vez tenga más suerte con las hortalizas que en el amor.

¿De qué hablo en este artículo?

“Operación Desamor: Crónica de un ‘No Me Gustas’ Anunciado”

Ahí estaba Laura, en medio de la zona de guerra del amor no correspondido. Su armamento: un par de ojos inocentes, un corazón honesto, y la firme convicción de que no había razón para llevar una relación que tenía la chispa de un mechero sin gasolina.

Su oponente: Carlos, el chico más tierno de la oficina, quien miraba a Laura como si ella fuera la última galleta en el tarro. Un buen chico, sí, pero Laura sabía que a veces el buen chico simplemente… no es el chico adecuado.

Armada con su sinceridad y una pizca de humor, Laura decidió enfrentar la situación. Decidió que sería mejor que le rompiera el corazón ahora a Carlos, en lugar de permitir que se enamorara más y terminara como un fósil en el Museo de los Corazones Rotos.

Entonces llegó el día D, el día de la “Declaración”. Carlos, nervioso como un gato en una tienda de porcelana, le pidió a Laura que se encontraran en el parque. Laura sabía que era hora de poner en práctica su operación ‘Desamor’.

Mientras Carlos le entregaba un ramo de flores, Laura se preparaba para soltar la bomba. Con una risa nerviosa, Laura dijo: “Carlos, tú eres el tipo de chico con quien me gustaría quedarme atrapada en un ascensor. Pero solo porque sé que serías capaz de arreglarlo, no porque quiera besarte.”

Carlos, sorprendido, frunció el ceño. “¿Estás diciendo que no te gusto?”, preguntó.

Laura, en un acto de valentía digno de una heroína de película, asintió. “Sí, Carlos. Eres genial, pero no siento la química. Nuestra conexión es más como la de dos baterías puestas al revés. Simplemente no hay chispa.”

La noticia cayó como una patada en el estómago de Carlos, pero la honestidad de Laura y su humor ligero lo ayudaron a digerir la situación. No hubo gritos, no hubo lágrimas. Solo la aceptación de que, a veces, los sentimientos no son recíprocos.

Así concluyó la operación ‘Desamor’. Laura había logrado decirle a Carlos que no le gustaba de una manera honesta y respetuosa, evitando así que un buen chico terminara con el corazón hecho pedazos.

Y en este campo de batalla del amor, ese, amigos míos, es un triunfo en toda regla.

Operación ‘No Eres Tú’: 7 Consejos para Hacer un Aterrizaje Suave en el Planeta Rechazo

  1. Adiós al guion de Hollywood: Nada de “No eres tú, soy yo” o “Podemos seguir siendo amigos”. Estas frases están tan quemadas que podrían ser el final de un cigarrillo. Sé original, sé tú mismo.
  2. Ríete, pero no te rías de él/ella: Añadir un toque de humor puede aligerar la situación, pero recuerda, no es un stand-up comedy. El respeto es la clave.
  3. Ser directa, pero sin convertirte en un luchador de boxeo: La claridad es importante, pero no es necesario lanzar un golpe directo al corazón. Hazlo con tacto. Un “Siento que nuestra química es más del tipo ‘Big Bang’ en vez de ‘química romántica'” podría funcionar.
  4. Evita las excusas: No necesitas darle una lista de razones por las que no te gusta. No estás defendiendo tu tesis doctoral. Un simple “No siento lo mismo” es suficiente.
  5. No prolongues la agonía: No es una película de suspense, no hace falta alargar el momento. Di lo que tienes que decir y hazlo con decisión.
  6. Escucha y muestra empatía: Deja que la otra persona exprese sus sentimientos. Escúchala, muéstrate comprensivo, pero mantén tu postura.
  7. Después del no, viene la paz: Una vez que hayas dicho lo que tenías que decir, da un paso atrás. Deja que la otra persona procese la información y ofrécele espacio. Recuerda, cada uno necesita su tiempo para digerir las judías verdes de la vida.

El arte de rechazar a alguien no es una ciencia exacta, pero si lo haces con honestidad, tacto y un poco de humor, puedes convertir una situación incómoda en una conversación humana y sincera.

Así que respira hondo, aplica estos consejos y prepárate para aterrizar en el Planeta Rechazo con estilo.

Luis Miguel Real
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