
El estoicismo es una antigua escuela de filosofía griega que fue fundada por Zenón de Citio en el año 300 a.C. Su enseñanza se basa en la idea de que la virtud, la más alta forma de sabiduría, es suficiente para vivir una vida plena y feliz. A primera vista, puede parecer una idea de locos, más si tenemos en cuenta que vivimos en un mundo donde la felicidad parece venir de las cosas que poseemos, ¿verdad?
Pero espera, no cierres aún este artículo, que todavía no llegamos a la parte emocionante.
Imagina por un segundo que eres un superhéroe. Sí, como Superman, pero sin la necesidad de llevar calzoncillos encima de los pantalones. En la vida, no puedes controlar lo que ocurre a tu alrededor. Pero tienes un superpoder increíble: puedes controlar tus reacciones a lo que ocurre. Y aquí, mi querido lector, es donde la magia del estoicismo comienza a brillar.
Como superhéroe del estoicismo, aprendes que no puedes controlar los eventos externos, pero sí puedes controlar tu respuesta a ellos. ¿El metro llega tarde? No puedes controlarlo. ¿Tu jefe es un gruñón? Tampoco puedes controlarlo. ¿Pero tu respuesta a estas situaciones? ¡Eso es totalmente tuyo!
Es como si estuvieras en un concierto de rock, con el volumen al máximo, y de repente te das cuenta de que tienes unos tapones para los oídos. No puedes controlar la música, pero puedes decidir cuánto de ella te afecta.
Ahora bien, entender esto y aplicarlo en tu vida cotidiana es como aprender a montar en bicicleta. Al principio, puede que caigas unas cuantas veces y te des algunos golpes. Pero una vez que lo dominas, te conviertes en un auténtico ciclista de la vida emocional. Y eso, mi amigo, es lo que te hace invencible.
Entonces, ¿cómo se practica el estoicismo en la vida cotidiana? Bueno, aquí tienes algunos ejercicios prácticos que los estoicos utilizan para desarrollar su fortaleza mental:
- La visualización negativa: Este ejercicio implica imaginarte a ti mismo en situaciones difíciles. No se trata de convertirse en un pesimista, sino de aprender a aceptar lo peor que podría ocurrir y darte cuenta de que aún así, podrías manejarlo. Es como tener un simulador de vuelo mental para prepararte para los retos de la vida.
- El discernimiento de lo que está en tu control: Este es un recordatorio constante para centrarte en lo que puedes controlar y dejar ir lo que no puedes controlar. Es como ser un jardinero de tu propia vida, cuidando tus propias acciones y dejando que los frutos caigan donde puedan.
- La reflexión diaria: Este es un tiempo que te das a ti mismo para reflexionar sobre tu comportamiento y acciones del día, y considerar cómo puedes mejorar. Es como ser tu propio entrenador personal, dándote consejos sobre cómo ser mejor cada día.
El estoicismo no es una varita mágica que va a solucionar todos tus problemas. Pero es una filosofía práctica que te ayudará a ser tú mismo y a ser invencible frente a los desafíos de la vida.
Así que, ¿qué dices? ¿Estás listo para ser el superhéroe estoico de tu vida?
Para profundizar: ¿Qué es el Estoicismo? Guía Definitiva
Estoicismo: Filosofía para la buena vida
Antes de continuar, hagamos una pausa. No, no te pido que te detengas y medites bajo un árbol durante horas. Solo quiero que te tomes un momento para pensar en qué significa para ti una “buena vida”. ¿Lo tienes? Perfecto, sigamos.
La buena vida según el estoicismo podría parecerse más a un maratón que a un sprint. Es una carrera de resistencia, no de velocidad. Pero no te asustes, no necesitas zapatillas para correr ni tienes que sudar. Lo que necesitas es paciencia, comprensión y, lo más importante, actitud. Sí, como en esos carteles motivacionales, pero sin el exceso de positividad que a veces resulta un poco irreal.
Los estoicos creen que vivir una buena vida no tiene que ver con tener más cosas o alcanzar ciertos estándares que la sociedad nos impone. No, para ellos, vivir una buena vida significa alcanzar un estado de tranquilidad y paz interna, lo que ellos llaman “ataraxia”. Sí, como si fueras una especie de Jedi, pero sin tener que luchar contra el Lado Oscuro.
Pero, ¿cómo se alcanza este estado de “ataraxia”? Los estoicos ofrecen algunos consejos:
- La aceptación: Aceptar que hay cosas en la vida que no puedes controlar puede ser liberador. Es como estar atrapado en un atasco de tráfico, en lugar de estresarte, pones tu música favorita y disfrutas del viaje.
- La indiferencia hacia lo externo: Los estoicos creen que los bienes externos, como la riqueza y el estatus, no son ni buenos ni malos en sí mismos. Es como tener un coche de lujo, puede ser genial, pero no te hace necesariamente más feliz.
- Vivir de acuerdo con la naturaleza: Esto significa vivir de acuerdo con tu naturaleza racional y social. Es como ser un animal social, que busca la cooperación y la armonía en lugar del conflicto.
- El autocontrol: Los estoicos valoran la disciplina y el autocontrol. No se trata de negarse placeres, sino de no ser esclavo de ellos. Es como tener una caja de donuts delante y decidir comer solo uno porque sabes que es lo mejor para tu salud.
Por tanto, el estoicismo no es una filosofía reservada para los sabios encerrados en una torre de marfil, sino una guía práctica para vivir bien, para vivir de acuerdo con lo que realmente somos. Así que, ¿qué dices? ¿Estás listo para correr este maratón y descubrir la verdadera buena vida?
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Vuélvete un estoico con estas 11 reglas
Si quieres llevar la filosofía estoica a la práctica en tu vida diaria y ver cómo transforma tu mundo interior (y quién sabe, tal vez el exterior también), aquí te dejo 11 reglas para convertirte en un estoico de a pie. ¿Listo? ¡Vamos allá!
- Distingue entre lo que puedes controlar y lo que no: Tal como se enseña en el estoicismo, no todo está bajo nuestro control. Y eso está bien. Puedes elegir cómo reaccionar a lo que sucede a tu alrededor, pero no puedes controlar lo que sucede.
- Vive en el presente: El pasado ya pasó y el futuro aún no ha llegado. Todo lo que tienes es el ahora. Así que abraza el presente como si estuvieras en una cita con él.
- Acepta lo que viene: La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar. En lugar de resistirte, acepta lo que venga y encáralo con valentía.
- Practica la moderación: Demasiado de cualquier cosa puede ser malo. Ya sea comida, bebida, trabajo o incluso ejercicio. Mantén un equilibrio. No te estreses si el pastel de manzana no es perfecto, es solo un pastel.
- Practica la empatía: Trata de comprender a los demás antes de juzgarlos. Todos estamos luchando nuestras propias batallas. Es como ser un detective de las emociones ajenas.
- Pon tu foco en la acción, no en el resultado: La vida no siempre es justa, pero puedes hacer tu parte. Enfócate en lo que puedes hacer y deja el resultado en manos del universo.
- Practica la gratitud: A veces, las pequeñas cosas son las que más importan. Así que agradece a diario, incluso por las cosas más pequeñas. Es como darle un abrazo al universo.
- Sé consciente de tus emociones, pero no te dejes llevar por ellas: Las emociones son parte de la vida, pero no dejan de ser visitantes. Observa cómo vienen y van, pero no les des las llaves de tu casa.
- Mantén una mente abierta: Nunca sabes de dónde puede venir la próxima lección. La vida es un maestro increíble, si estás dispuesto a aprender. Es como ser un estudiante eterno en la escuela de la vida.
- Aprende de tus errores: Los errores son oportunidades para aprender y crecer. No los temas, acógelos. Es como caerte de la bicicleta y luego levantarte y seguir adelante.
- Trata a todos con amabilidad y respeto: Nunca sabes qué batallas están librando los demás. Trata a todos con amabilidad y respeto. Es como tratar a cada persona que conoces como si fuera un invitado en tu casa.
Recuerda, ser estoico no es una meta a la que llegar, sino un camino a recorrer. Así que, ¡adelante! Ponte tus zapatos de estoico y embárcate en este viaje de autodescubrimiento y crecimiento.
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10 consejos estoicos para no desperdiciar el tiempo
La gestión del tiempo es una habilidad crucial en la vida, y los estoicos nos dejaron algunas perlas de sabiduría que pueden ayudarte a aprovechar cada minuto. Así que, toma tu taza de café y prepárate para estos 10 consejos estoicos para no desperdiciar el tiempo.
- Entiende que el tiempo es limitado: No tienes todo el tiempo del mundo. Entender esto te ayudará a valorar cada momento y a usarlo de manera sabia. El tiempo es como un billete de tren: una vez que lo usas, no puedes recuperarlo.
- Prioriza tus tareas: No todas las tareas son igualmente importantes. Define tus prioridades y enfócate en lo que realmente importa. Es como hacer la maleta para un viaje: solo puedes llevar lo necesario.
- Evita la procrastinación: La procrastinación es como un ladrón sigiloso que roba tu tiempo. Haz frente a las tareas más desafiantes primero para evitar la tentación de retrasarlas.
- Acepta el cambio: La vida está llena de cambios y sorpresas. En lugar de resistirte, abraza el cambio y ajústate a él. Es como surfear: tienes que moverte con la ola, no contra ella.
- Limita las distracciones: Las redes sociales, las noticias, los videojuegos… todas estas cosas pueden robar tu tiempo si no tienes cuidado. Establece límites y mantén a raya las distracciones. Es como poner una valla alrededor de tu jardín del tiempo.
- Practica la reflexión diaria: Toma un momento al final del día para reflexionar sobre cómo lo has usado. Esto te ayudará a identificar dónde estás desperdiciando tiempo y cómo puedes mejorar. Es como hacer un balance diario de tu “empresa del tiempo”.
- Mantén tu mente enfocada: No te disperses en mil cosas a la vez. Mantén tu mente enfocada en la tarea que tienes entre manos. Es como ser un francotirador del tiempo, apuntando a una sola meta a la vez.
- Establece metas claras: Saber exactamente qué quieres lograr te ayudará a gestionar mejor tu tiempo. Es como tener un mapa de ruta para tu viaje a través del tiempo.
- Practica el minimalismo: No necesitas hacer mil cosas para ser productivo. Mantén tu vida simple y enfocada. Es como tener un armario ordenado: menos es más.
- Cuida tu energía: No puedes hacer un buen uso de tu tiempo si estás agotado. Cuida de tu salud física y mental para mantener tu energía alta. Es como mantener lleno el tanque de tu coche: no puedes ir muy lejos con el tanque vacío.
Recuerda, cada minuto que pasa es un minuto que no volverás a tener. Así que, usa cada uno sabiamente. ¡Adelante, conviértete en un maestro del tiempo con la ayuda del estoicismo!
Lecturas recomendadas
- No pienses en un oso verde (Luis Miguel Real)
- Diario para Estoicos: 366 reflexiones sobre la sabiduría, la perseverancia y el arte de vivir (Ryan Holiday)
- El ego es el enemigo (Ryan Holiday)
- La quietud es la clave (Ryan Holiday)
- La llamada del coraje (Ryan Holiday)
- La disciplina marcará tu destino (Ryan Holiday)
- Vida de los estoicos: El arte de vivir desde Zenón hasta Marco Aurelio (Ryan Holiday)
- Antifrágil: Las cosas que se benefician del desorden (Nassim Nicholas Taleb)
- Invicto: Logra Más, Sufre Menos: Entrenamiento mental para lograr más y sufrir menos (Marcos Vázquez)
- El hombre en busca de sentido (Viktor Frankl)
- Piensa como un emperador (Donald Robertson)
- Enquiridión (Epicteto)
- Meditaciones (Marco Aurelio)
- Cartas a Lucilio (Séneca)
- Cómo ser un estoico: Utilizar la filosofía antigua para vivir una vida moderna (Massimo Pigliucci)
Referencias
- Long, A. A., & Sedley, D. N. (1987). The Hellenistic Philosophers: Volume 1, Translations of the Principal Sources with Philosophical Commentary. Cambridge University Press.