
15 cosas que no debes hacer con un narcisista
Si sospechas que alguien en tu vida puede tener rasgos narcisistas o TPN, aquí hay 15 cosas que debes evitar:
- No los idealices: Es fácil quedar atrapado en su encanto, pero recuerda que su autoimagen inflada no es una representación realista.
- Evita confrontaciones directas: Los narcisistas odian la crítica. En lugar de confrontar, intenta comunicarte de manera asertiva y calmada.
- No esperes empatía: Su falta de empatía es un rasgo central. No te tomes personalmente su aparente indiferencia.
- No reveles demasiado: Los narcisistas pueden usar la información personal en su beneficio.
- Establece límites claros: Y mantente firme en ellos.
- No te sientas culpable: No eres responsable de su felicidad o autoestima.
- Evita ser su suministro narcisista: No alimentes su necesidad constante de atención y admiración.
- No minimices tus logros: Tienes derecho a sentirte orgulloso de tus logros.
- No esperes que cambien: El cambio es posible, pero raro sin intervención profesional.
- No te aísles: Habla con amigos y familiares sobre tus experiencias y sentimientos.
- No te justifiques constantemente: No debes explicar o defender cada acción o decisión que tomes.
- Evita las comparaciones: Los narcisistas a menudo comparan a las personas para manipular.
- No te comprometas demasiado: Establece límites en cuanto a cuánto estás dispuesto a dar o hacer.
- No ignores tus propias necesidades: Cuida de ti mismo.
- Busca apoyo profesional si es necesario: Si sientes que estás siendo manipulado o abusado, busca ayuda.
Interactuar con un narcisista puede ser desafiante, pero con comprensión y límites claros, es posible mantener una relación saludable o, si es necesario, tomar la decisión de alejarse. Siempre es fundamental recordar cuidar de tu bienestar emocional y mental.
¿Qué es el narcisismo?
El narcisismo, en su esencia, es una inflación del yo, una gran autoestima acompañada de una falta de empatía hacia los demás. Todos tenemos un grado de narcisismo; es lo que nos permite tener confianza en nosotros mismos y perseguir nuestros objetivos. Sin embargo, cuando estos rasgos se magnifican al extremo, pueden dar lugar al trastorno de personalidad narcisista (TPN).
Según un estudio publicado en el Journal of Clinical Psychiatry, se estima que el 6,2% de la población adulta tiene TPN. Pero, ¿qué significa esto en la vida cotidiana? Imagina a Juan, un compañero de trabajo que nunca pierde la oportunidad de hablar de sus logros, incluso si eso significa minimizar los tuyos.
O piensa en María, esa amiga que parece vivir para los “me gusta” en las redes sociales y se molesta si no la elogias constantemente. Estos son ejemplos cotidianos de comportamientos narcisistas.
¿Por qué los narcisistas pueden ser peligrosos?
Imagina que te encuentras en una tienda de dulces. Todo parece brillante, atractivo y tentador. Pero, ¡oh sorpresa!, algunos de esos caramelos tienen espinas ocultas. Así es como puedes visualizar a un narcisista: atractivo y encantador por fuera, pero con un núcleo que puede ser bastante peligroso. Vamos a desglosar por qué los narcisistas pueden ser como esos caramelos con espinas.
- Falta de empatía: Imagina que estás viendo una película triste con un amigo. Tú lloras con la escena del perro que se pierde, pero tu amigo narcisista está más preocupado por si su reflejo se ve bien en la pantalla del televisor. La falta de empatía de un narcisista es como intentar sacar agua de una piedra: simplemente no va a suceder.
- Manipulación: ¿Alguna vez has jugado con un títere? Bueno, para un narcisista, las personas pueden ser sus títeres personales. Usan hilos invisibles de culpa, vergüenza y engaño para hacerte bailar a su ritmo.
- Volatilidad emocional: Imagina un volcán que puede entrar en erupción en cualquier momento. Así es la ira de un narcisista cuando siente que su ego está siendo amenazado. ¡Y créeme, no querrás estar cerca cuando eso suceda!
- Venganza: Si alguna vez has pisado el pie de un narcisista (metafóricamente hablando), prepárate. Pueden guardar rencor como un elefante guarda memoria y buscarán la manera de “ajustar cuentas”.
- Obsesión con el poder y el control: Para un narcisista, el control es como el oxígeno. Necesitan tener el control de todo, desde la elección del restaurante hasta tus amistades. Es como si quisieran ser el director de la película de tu vida.
- Negación de la realidad: Hablar con un narcisista puede ser como intentar convencer a alguien de que el cielo es azul cuando está convencido de que es verde. Su realidad es distorsionada, y bueno, intentar cambiar su perspectiva puede ser una misión imposible.
- Relaciones tóxicas: Imagina estar en una montaña rusa emocional 24/7. Eso es lo que se siente al estar en una relación con un narcisista. Un día eres el amor de su vida y al siguiente, el villano de su película.
- Explotación: Para un narcisista, las personas son como herramientas en un taller: útiles para lograr un propósito y luego descartables. No te sorprendas si sientes que estás siendo usado como un escalón en su camino hacia el éxito.
- Impulsividad: ¿Alguna vez has visto a un niño correr hacia una tienda de juguetes sin mirar ambos lados de la calle? Esa es la impulsividad de un narcisista. Actúan sin pensar, especialmente si sienten que su ego está en juego.
- Dificultad para aceptar responsabilidades: Si esperas una disculpa de un narcisista, es posible que estés esperando por mucho tiempo. Admitir errores no está en su vocabulario. Es más probable que te culpen a ti o a las circunstancias antes que admitir que se equivocaron.
En resumen, tratar con un narcisista puede ser como caminar sobre cáscaras de huevo. Nunca sabes cuándo vas a pisar una y causar una explosión. Pero, como siempre, el conocimiento es poder. Ahora que conoces las señales, ¡mantente alerta y cuida de ti mismo!
El encanto oculto de los narcisistas
Marina conoció a Adrián en una fiesta de cumpleaños. Desde el primer momento, quedó cautivada por su carisma y confianza. Adrián era el centro de atención, contando historias fascinantes sobre sus viajes y logros. Marina, una joven tímida y reservada, se sintió halagada cuando Adrián mostró interés en ella.
Al principio, todo parecía perfecto. Adrián la llenaba de cumplidos, la llevaba a los mejores restaurantes y siempre tenía detalles sorprendentes para ella. Pero con el tiempo, Marina comenzó a notar ciertos patrones preocupantes.
Adrián tenía la costumbre de menospreciar a sus amigos y familiares, a menudo riéndose de ellos o ridiculizándolos. Cuando Marina intentaba defenderlos, él se burlaba de ella, diciendo que era “demasiado sensible”. Además, Adrián parecía obsesionado con su imagen, pasando horas frente al espejo y gastando grandes sumas de dinero en ropa y tratamientos estéticos.
Un día, Marina descubrió que Adrián había mentido sobre su pasado. No había viajado a todos esos lugares exóticos ni había logrado todas esas hazañas impresionantes. Cuando lo confrontó, Adrián se enfureció y la acusó de ser desconfiada y celosa.
La relación comenzó a deteriorarse rápidamente. Adrián se volvió controlador, revisando el teléfono de Marina y exigiendo saber dónde estaba en todo momento. Empezó a aislarla de sus amigos y familiares, convenciéndola de que sólo él la entendía y la valoraba.
Marina se sintió atrapada. Cada vez que intentaba alejarse, Adrián la manipulaba con lágrimas, promesas y ocasionalmente con amenazas. Le decía que nadie más la amaría como él y que estaba siendo ingrata después de todo lo que había hecho por ella.
Un día, después de una discusión particularmente intensa, Marina decidió buscar ayuda. Se reunió con un terapeuta que la ayudó a entender la naturaleza tóxica y manipuladora de su relación. Con el apoyo de su familia y amigos, Marina finalmente encontró la fuerza para dejar a Adrián.
La historia de Marina es un recordatorio de cómo el encanto inicial de un narcisista puede ocultar un comportamiento tóxico y peligroso. Es esencial reconocer las señales de advertencia y buscar apoyo cuando se enfrenta a una relación dañina.
Lecturas recomendadas
- El psicópata: un camaleón en la sociedad actual (Vicente Garrido)
- La mente criminal: la ciencia contra los asesinos en serie (Vicente Garrido)
- La estafa emocional: Causas, consecuencias y cómo sanar las relaciones con personas narcisistas y psicópatas (Belén C. Tarnowski)
- La sabiduría de los psicópatas: Todo lo que los asesinos en serie pueden enseñarnos sobre la vida (Kevin Dutton)