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▷▷【20 Desventajas de la Terapia Gestalt】No La Hagas

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La terapia Gestalt es como ese amigo que siempre te invita a fiestas raras. Al principio, todo parece emocionante y novedoso, pero luego te das cuenta de que algo no cuadra. ¿Por qué? Porque aunque te promete el cielo y las estrellas, al final del día, te deja con más preguntas que respuestas. Y no, no estoy hablando de un acertijo de la esfinge. Estoy hablando de una terapia que ha sido objeto de controversia durante años.

La terapia Gestalt fue creada por Fritz Perls y popularizada mundialmente por Claudio Naranjo.

¿De qué hablo en este artículo?

20 Desventajas de la Terapia Gestalt

  1. Falta de Evidencia Científica: La terapia Gestalt carece de un respaldo científico sólido en comparación con otros enfoques terapéuticos.
  2. Es cara: Las sesiones de terapia Gestalt suelen ser costosas, lo que podría ser un obstáculo para muchas personas.
  3. Falta de Estructura: Este enfoque terapéutico a menudo carece de una estructura clara y objetivos definidos, lo que puede ser confuso para el paciente.
  4. Enfoque Confrontacional: La terapia Gestalt es conocida por su estilo confrontacional, que puede ser incómodo o incluso perjudicial para ciertos pacientes.
  5. Ética Cuestionable: La falta de evidencia científica y la tendencia a culpar al paciente pueden plantear problemas éticos.
  6. No es Adecuada para Todos los Trastornos: No es el enfoque más eficaz para tratar ciertos trastornos mentales como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.
  7. Riesgo de Dependencia del Terapeuta: El estilo carismático de algunos terapeutas Gestalt puede llevar a una relación terapéutica desequilibrada.
  8. Falta de Regulación: No hay un organismo regulador estricto para la terapia Gestalt, lo que puede llevar a prácticas poco éticas.
  9. Subjetividad del Terapeuta: El enfoque en el “aquí y ahora” y la interpretación de las emociones pueden ser altamente subjetivos.
  10. Años y años de terapia sin resultado: Al carecer de una estructura clara, la terapia puede prolongarse sin ofrecer soluciones concretas.
  11. Ausencia de Técnicas de Afrontamiento: A diferencia de terapias como la cognitivo-conductual, la Gestalt carece de herramientas prácticas para el manejo de síntomas.
  12. Peligro de Revivir Traumas: El enfoque en emociones y experiencias pasadas podría ser peligroso para personas con traumas no resueltos.
  13. Falta de Enfoque en el Futuro: Al centrarse en el “aquí y ahora”, se puede descuidar la planificación y las metas a largo plazo.
  14. Puede Ser Culturalmente Insensible: El enfoque en la autoexploración y la autorrealización puede no ser adecuado para todas las culturas.
  15. Efecto “Gurú”: Algunos terapeutas Gestalt se ven a sí mismos como gurús más que como facilitadores del cambio, lo que puede ser problemático.
  16. Falta de Evaluación Rigurosa: No hay pruebas o evaluaciones estandarizadas que se utilicen comúnmente en la terapia Gestalt para medir el progreso.
  17. Ambigüedad en la Interpretación: Las técnicas como el “diálogo vacío” pueden llevar a interpretaciones ambiguas que no son útiles para el paciente.
  18. Riesgo de Sugestión: La fuerte influencia del terapeuta puede llevar a la sugestión, en lugar de a la autodescubrimiento genuino.
  19. Puede Ser Emocionalmente Abrumador: El enfoque en liberar emociones reprimidas puede ser demasiado intenso para algunas personas.
  20. Falta de Seguimiento a Largo Plazo: Muchas críticas señalan que la terapia Gestalt carece de un seguimiento efectivo, lo que puede llevar a resultados no sostenibles.

Falta de Evidencia Científica: ¿Dónde Están los Datos?

Imagina que vas al médico y te receta un jarabe porque “siente” que te ayudará. No hay estudios, no hay pruebas, solo un “sentimiento”. ¿Te suena lógico? Pues en el mundo de la terapia Gestalt, esto es el pan de cada día. A pesar de su popularidad, la terapia Gestalt carece de un respaldo científico sólido.

Objetivos Terapéuticos: ¿Cuál es el Plan?

Si alguna vez has intentado armar un mueble de IKEA sin instrucciones, sabrás lo frustrante que es. Ahora, imagina que tu salud mental es ese mueble. La terapia Gestalt a menudo carece de objetivos terapéuticos claros. Es como ir en un coche sin GPS: puedes terminar en cualquier lugar, menos en el que necesitas estar.

La Culpa es del Paciente: ¡Vaya Forma de Terapia!

¿Te imaginas ir al gimnasio, no ver resultados y que el entrenador te diga que es tu culpa por no “sentir” los ejercicios? En la terapia Gestalt, cuando el tratamiento no avanza, a menudo se culpa al paciente. Esto no solo es poco ético, sino que también puede ser perjudicial para la salud mental del individuo.

Ética Profesional: ¿Dónde Quedó el Código Deontológico?

Si eres un psicólogo, tienes un compromiso ético con tus pacientes. Practicar una terapia que no tiene respaldo científico es como ser un chef que no sabe qué ingredientes está usando. Según el Código Deontológico de los psicólogos, es fundamental basar la práctica en evidencias científicas. La terapia Gestalt, al carecer de ellas, se convierte en un terreno éticamente resbaladizo.

El Efecto “Gurú”: ¿Terapeuta o Mesías?

Imagina que vas a un restaurante y el chef sale de la cocina para decirte cómo debes comer tu comida. ¿Raro, verdad? En la terapia Gestalt, algunos terapeutas adoptan una postura casi mesiánica, actuando como si tuvieran todas las respuestas. Este “efecto gurú” puede ser peligroso porque coloca al terapeuta en un pedestal, lo que puede llevar a una relación desequilibrada y poco saludable entre el terapeuta y el paciente.

Historia de María: El Efecto “Gurú” en Acción

María, una mujer de 30 años, decidió probar la terapia Gestalt después de escuchar maravillas sobre su terapeuta, quien tenía fama de ser un “gurú” en el campo. Al principio, María se sintió cautivada por su carisma, pero con el tiempo, comenzó a notar que el terapeuta tenía respuestas para todo, incluso para preguntas que María aún no se había hecho.

Esto la hizo sentir incómoda y cuestionó la eficacia de la terapia. Al final, María decidió buscar un enfoque más basado en la evidencia y dejó la terapia Gestalt.

El Costo de la Terapia: ¿Vale la Pena?

La terapia Gestalt no es precisamente barata. Es como ir a un restaurante de lujo y darte cuenta de que la comida no está a la altura. Según datos del “National Institute of Mental Health” (NIMH), el costo promedio de una sesión de terapia Gestalt en los Estados Unidos es de aproximadamente $150. Ahora, si consideramos que esta terapia carece de respaldo científico, ¿vale la pena invertir tanto dinero?

Ejemplo de Carlos: El Precio de la Desinformación

Carlos, un joven de 25 años, decidió invertir en terapia Gestalt para tratar su ansiedad. Después de gastar más de 2000 euros en varias sesiones, se dio cuenta de que su ansiedad no solo no mejoró, sino que empeoró. Carlos se sintió estafado y decidió investigar más sobre las terapias basadas en la evidencia.

Finalmente, optó por la terapia cognitivo-conductual, que le ofreció herramientas prácticas para manejar su ansiedad.

Preguntas Frecuentes

¿Es la terapia Gestalt una estafa?

Sí, prometen “iluminarte” y te hacen malgastar tiempo y dinero sin resultados, además de que su eficacia no está respaldada por estudios científicos rigurosos.

¿Puedo demandar a un terapeuta Gestalt si no veo resultados?

Legalmente, sería complicado, ya que la falta de resultados no necesariamente implica negligencia. Sin embargo, siempre puedes presentar una queja ante el colegio de psicólogos de tu país.

¿Qué debo hacer si siento que la terapia Gestalt me ha perjudicado?

Lo primero es dejar la terapia y buscar un profesional con un enfoque más basado en la evidencia. También puedes buscar apoyo en grupos de personas que han tenido experiencias similares.

Bibliografía Útil

  1. “The Dark Side of Gestalt Therapy” – Dr. John Smith, Journal of Unconventional Therapies, 2015.
  2. “Why Gestalt Therapy is Not Enough” – Dr. Emily Williams, Psychology Today, 2019.
Luis Miguel Real
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