En este artículo te hablaré de la adicción a los ansiolíticos y a las benzodiacepinas, y qué hacer para superar esa adicción (o prevenirla).
Un
ansiolítico o tranquilizante es un fármaco psicotrópico con acción depresora del sistema nervioso central. Los
ansiolíticos, hipnóticos y sedantes son benzodiacepinas, un grupo de sustancias cercana a los opioides. Son psicofármacos diseñados para sedar a la persona y provocarle sueño, así como aliviar los síntomas de ansiedad de forma rápida.
Muy pocas personas son conscientes de los riesgos de tomar ansiolíticos, pues hay fuertes intereses económicos en juego (muy poco psiquiatras hablan abiertamente de
los riesgos de tomar ansiolíticos).
No se deben tomar ansiolíticos durante más de 3 o 4 meses. Pasado ese tiempo, es mucho más probable que se desarrolle adicción, y que la persona sufra grandes problemas para dejar de tomarlo. Y se deben retirar de forma paulatina para evitar el temido efecto rebote.
¿Cuál es el ansiolítico más fuerte?
El Lorazepam es el ansiolítico más fuerte, y es el que los médicos y psiquiatras suelen recetar en los casos más graves de insomnio, cuando la persona sufre tanta ansiedad que le es casi imposible dormir.
¿Cuáles son los ansiolíticos más utilizados?
Los ansiolíticos más utilizados pertenecen al grupo de las benzodiacepinas (efecto tranquilizante) de alta potencia:
- Alprazolam
- Loracepam
- Diacepam
- Cloracepam
¿Por qué no tomar ansiolíticos?
Estas son las principales razones para no tomar ansiolíticos ni benzodiacepinas (o evitarlas):
- Somnolencia extrema
- Reducir tu estado de alerta
- Fuerte sensación de debilidad
- Ansiedad e insomnio (síndrome de abstinencia)
- Adicción o dependencia
“España es líder mundial en consumo de benzodiacepinas”
En concreto, se consumen casi 110 dosis diarias por cada 1.000 habitantes, según los datos de 95 países del mundo (aquí el informe).
Después de que una persona ha desarrollado
adicción a las benzodiacepinas, lo mejor es hacer una
retirada progresiva del fármaco, para evitar un efecto rebote o el temido síndrome de abstinencia (ansiedad, insomnio, etc).
Muchos psiquiatras propondrán también un cambio entre diferentes benzodiacepinas, o ir haciendo experimentos con diferentes dosis, de manera parecida a lo que hacen con los
antidepresivos.
El mejor método para superar la adicción a las benzodiacepinas es la terapia psicológica. Los ansiolíticos no bastan para solucionar los
problemas de ansiedad, pues estos son problemas psicológicos y conductuales, que tienen que ver con el contexto de la persona y cómo ésta interactúa con él.
La psicoterapia ayuda a las personas a lidiar mejor con sus síntomas de ansiedad, así como a prevenirlos. Y en los casos en que hayan desarrollado adicción a las benzodiacepinas, la psicoterapia será clave para ayudarle a aprender a vivir sin pastillas y adaptarse a su ausencia (y prepararse para afrontar los síntomas del síndrome de abstinencia).
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Cómo superar la adicción a las benzodiacepinas y a los ansiolíticos
Si sufres dependencia a los ansiolíticos o a las benzodiacepinas, consulta con un psiquiatra inmediatamente, para que pueda asesorarte sobre cómo reducir las dosis de forma paulatina y con cuidado.
Y después de contactar a un psiquiatra, coge cita con un psicólogo especialista en adicciones, para que te ayude a evitar las recaídas y a aprender nuevas estrategias para afrontar los problemas de ansiedad y de sueño.
Si necesitas ayuda, puedes coger cita online aquí.